El Arenteiro puso el broche de oro a una primera vuelta sobresaliente venciendo al Lugo B por 1-0 y proclamándose campeón de invierno. El partido solo tuvo el color verde y al filial lucense le salvó el acierto de su guardameta Brais Vázquez y la falta de acierto de los locales para no salir goleado de un Espiñedo que cada jornada que pasa luce peor aspecto.
Se habían conjurado el técnico Javi Rey y sus chicos para sumar un nuevo triunfo que les diera el título “honorifico” de ser el mejor equipo de Segunda Federación en la primera vuelta del campeonato y lo consiguieron. Desde el primer minuto fueron a por un rival que empezó esperando y cuando quiso darse cuenta ya no podía con el empuje local.
Un remate de cabeza de Romay tras centro de Joseca y una falta de Álex Fernández fueron los avisos en el primer cuarto de hora. Pero el más serio llegó en el 27. Pared entre Joseca y Marquitos que finaliza el vigués con un buen disparo que salva el meta lucense en una gran intervención. Como también salvó, solo un minuto después, un derechazo de Antón Escobar que mandó a saque de esquina. Y el remate posterior de Vitra, que remató solo en el punto de penalti se le marchó desviado.
El Arenteiro era superior a un rival, con calidad pero muy nobles en ataque. El gol era cuestión de tiempo. Romay, otra vez de cabeza tras nuevo corner u otra parada de Brais a nuevo remate de Marquitos pusieron el colofón a una primera parte que solo tuvo color verde.
En la segunda, el filial lucense se estiró un poco, pero eso propició que dejara más espacios. Cierto es que Ces Cotos disparo cruzado o que Christian intentó sorprender a Diego García desde más de 40 metros, pero el Arenteiro es como un martillo pilón y no da mucha tregua a sus rivales. Javi Rey refrescó el equipo y los cambios le dieron más mordiente ofensiva. En el 70 Pibe entró por banda derecha, se adentró en el área y fue golpeado por Luis Castro. El de Cambados cogió la pelota para ejecutar el lanzamiento desde los once metros y no perdonó. Engaño al meta Brais Vázquez y puso el 1-0 que a la postre sería definitivo.
Y lo fue porque en el 74 Romay falló la ocasión de su vida. Es para verla repetida una y otra vez y aun así no se puede entender cómo perdonó el 2-0. Peleó una pelota entre la defensa lucense y el portero, se llevó el rechace y se quedó solo en el punto de penalti, delante de la portería, con la pelota controlada y sin nadie que le molestara, pero incomprensiblemente la mandó fuera. Aún ahora se estará preguntando cómo. Luego Pibe volvió a hacer lucirse al meta visitante y un remate de Manín lo sacó un defensa cuando entraba.
Esta vez no hicieron falta más goles, llegó con el de Pibe para seguir en lo más alto de la clasificación y demostrando que la segunda vuelta promete y mucho para un Arenteiro campeón de invierno.
