La temporada del Arenteiro sigue su curso inalterable semana tras semana y, además de que no fallan, los rivales que le siguen no son capaces de aguantar el ritmo puesto por los verdes. En la última jornada, otra prueba más. Aunque en el seno del equipo el discurso sigue siendo el mismo y no quieren lanzar las campanas al vuelo, cada vez le quedan menos argumentos, ya que las matemáticas les quitan la razón progresivamente.
Quedan ocho jornadas y tienen 12 puntos de margen con sus inmediatos perseguidores, Compostela y Avilés, 13 con el Guijuelo y 14 con el Zamora, que son los equipos que a día de hoy jugarían promoción de ascenso. Por eso falta ponerle fecha para cuando cantarán el alirón. Si será en su campo y ante su gente o como visitante. Por Espiñedo pasarán, este domingo el Marino de Luanco, Burgos Promesas, Langreo y Guijuelo. Aunque también tienen la oportunidad de lograrlo en campos muy cercanos, porque dentro de quince días visitan al Compostela en el Vero Boquete y, en un mes, el 16 de abril O Couto para medirse al Ourense CF. Y si la cosa se retrasa, los dos últimos desplazamientos serán a Zamora y terminarán la liga en Lugo ante el filial lucense.
