Cuando el pasado 18 de octubre comenzó la temporada en Tercera División, la mayoría de equipos se las prometían muy felices, pero al final de la primera fase, no todos pueden decir lo mismo.
De los cuatro ourensanos, sólo el Arenteiro estuvo a la altura y demostró desde el primer partido, que ganó en Arosa por 0-1, que era un serio candidato a pelear por el ascenso. Los otros tres ourensanos, Barco, Ourense CF y UD Ourense estuvieron por debajo de sus posibilidades y en el pecado llevarán la penitencia. Ahora tendrá que jugar por evitar un descenso demoledor. De doce equipos, ocho perderán la categoría, con lo que se antoja muy complicado que los tres ourensanos consigan la salvación.
Desde el primer momento, el Arenteiro estaba en todas las quinielas de favoritos, y eso que los cambios fueron notables. Argimiro Marnotes asumió la presidencia y apostó firmemente por la llegada del técnico Fran Justo, que junto a un buen puñado de jugadores contrastados y con experiencia muchos de ellos en Segunda B, les otorgaba ese papel. Y no defraudaron. Desde el primer partido dejaron claro su potencial que fueron reafirmando cada jornada que disputaban. Los números nunca engañan y ellos fueron el equipo más fuerte. Terminaron la primera fase como campeones con seis puntos de ventaja sobre el segundo, Arosa y diez sobre el tercero, Alondras. Además, fueron el equipo menos goleado del grupo y el segundo máximo goleador.
Ahora comienzan una esperanzadora fase de ascenso en la que parten, junto con el Bergantiños, con una ventaja considerable. A nada que mantengan la línea de la temporada, el éxito es seguro.
Otro cantar son los otros tres ourensanos. El Barco fue una de las decepciones. Esta temporada conformaron, seguramente la mejor plantilla desde que están en Tercera. Pero las cosas no fueron bien desde el principio y aunque alguna racha positiva les mantenía en la zona alta, al final incluso tuvieron que cambiar de entrenador. Manolo Pérez, que la campaña pasada había llevado al equipo rojillo a una histórica promoción tuvo que dejar el banquillo. El recambio fue Iván González, que lleva dos victorias en dos partidos, pero que no pudo evitar el tener que jugar por el descenso. Aunque a su favor juega el que de los doce que van a participar, son los que llegan con más puntos y mejor plantilla.
El Ourense CF, tampoco logró los objetivos. Un cuerpo técnico y una plantilla totalmente nueva y que no pudo realizar pretemporada por positivos de covid-19. Pagó el peaje en las primeras jornadas y fue un lastre demasiado grande. Pese a todo, llegó con vida a las tres últimas jornadas, pero no fue capaz de ganar ningún partido y ahora tendrá que afrontar una promoción muy complicada.
La UD Ourense tampoco logró entrar entre los seis primeros. Un equipo muy justo para una liga demasiado competitiva que les dejó lejos de las primeras posiciones a las primeras de cambio. Lo más positivo para los rojillos es la fuerza del campo de O Couto, que es donde sumaron más puntos. En el debe, los desplazamientos donde el equipo sólo consiguió ganar en el derbi de Calabagueiros ante el Barco. Ahora afrontan el play off con 25 puntos y tendrán que trabajar duro para tratar de salir de las últimas ocho posiciones y evitar un descenso que sería un golpe demasiado duro de digerir.
