FÚTBOL SALA

El balón parado condena al Envialia en la Copa Xunta

Futbol Sala. Pabellon Municipal de Pontevedra. Poio - Ourense Envialia. Copa Xunta. IVAN DACAL
photo_camera Las ourensanas, tras la derrota en Pontevedra.

Las ourensanas perdieron 2-1 ante el Poio, en el encuentro disputado hoy en Pontevedra

El Ourense Envialia no pudo repetir título tras caer derrotado ante el Poio en un duelo marcado por la igualdad, el buen ambiente en las gradas y la emoción en los instantes finales. El Poio fue más contundente en sus ocasiones y levantó un trofeo que bien pudo ir a cualquiera de los dos. 
Arrancó con ritmo pero escaso de ocasiones. Con el paso de los minutos se volcó el Envialia en campo contrario pero poco peligroso en los metros finales. Por su parte, las pontevedresas buscaban hacer daño a la contra o con acciones a balón parado. 

La más clara fue para las ourensanas, en un disparo raso de Luci que no acertó a despejar Silvia dejó el balón en los pies de Rosángela, que no atinó a controlar el balón, que acabó saliendo por línea de fondo. Con la igualdad en el marcador se llegó al descanso. Incluso en la grada, donde ambas aficiones no derrocharon fuerzas. 

Las de Chipi subieron intensidad y apretaron más a sus rivales en la reanudación. El partido se decantaba hacía el mismo lado y llegaban las primeras ocasiones más claras. Un disparo en propia puerta de las pontevedresas obligó a lucirse a la meta local, pero el balón cayó en los pies de Marta y su disparo acabó saliendo alto. La tuvieron también Sara Moreno y de nuevo Marta, pero su lanzamiento dio en el palo.

Jarro de agua fría

Y cuando mejor estaban las de Chipi llegó el tanto local. El lanzamiento de falta de Patri se coló por la escuadra. Pudo empatar Bea tras una recuperación de Antía, pero Silvia hizo una parada de mérito. Con el Envialia volcado al ataque llegó una contra llevada por Jenny que cedió a Jessi para que ampliara la ventaja en el marcador. 

Decidió Chipi salir de cinco. La apuesta salió bien. Sara Moreno recortó distancias. Aunque lo intentó, el Poio se defendió bien y no permitió que se le escapara la victoria. Incluso tuvo un dudoso doble penalti para hacer el tercero, pero Vanessa Barberá demostró porque está considerada una de las mejores porteras del mundo y evitó la sentencia.

Las de Chipi vuelven a casa con la sensación de haberlo dejado todo sobre la cancha y con la gratitud a una grada que no dejó de alentarles desde su llegada al pabellón a pesar de la derrota.
 

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