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El Bergantiños fue mucho rival para el Barbadás

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photo_camera El delantero azulón Alberto Cayanyes pelea por una pelota ante los jugadores del Bergantiños Rubén Rivera y Borja Facal.
Barbadás
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Bergantiños
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El Barbadás no pudo repetir la hazaña de la pasada semana en casa y esta vez perdió ante un Bergantiños que fue superior (0-2).

Y eso que en el seno del equipo azulón, comenzando por el técnico Juanjo Vilachá, tenían muchas esperanzas puestas en este partido. Pero desde el pitido inicial, quedó muy claro que la 'película' que esperaba nada tenía que ver con la de hace ocho días.

Que el Bergantiños es uno de los grandes de la categoría, nadie lo duda y así lo certifica su clasificación y el arsenal de buenos peloteros que tiene en su plantel. Si además le unes la intensidad que mostraron desde que la pelota empezó a rodar, es mucho más difícil meterles mano. Y así fue.

Una muestra fue que tras poner el balón en juego los visitantes, la jugada terminó en saque de esquina favorable a los coruñeses. Porque los jugadores de Miguel Figueiras tenían muy claro a donde venían. El Barbadás, si por un momento pensó que podía ser como ante el Boiro, enseguida se dio cuenta que no sería así. Si a esa intensidad le sumas la calidad de tus jugadores, la cuesta se empina mucho más de lo pensado.

Tras un par de saques de esquina y dos balones colgados sobre el área llegó la primera ocasión clara para los visitantes. Rodri Alonso se fue por velocidad, sacó un centro que Iago Blanco, solo, incomprensiblemente mandó por encima de la portería.

El gol

Fue el aviso. A la segunda no perdonaron. Era el minuto 18. Una pelota que prolonga Baleato en el área y que Rodri Alonso envía al fondo de la red. Era lo previsto con lo que se estaba viendo. Y pese al gol, la decoración no cambió.

El Bergantiños era como un martillo pilón. Dominaba, controlaba, ponía el ritmo y buscaba el segundo. Que no llegó porque apareció Rui para evitar el mano a mano con Jorge Sáez o despejar a córner un buen tiro de Baleato. Llegó el descanso que era lo mejor que le podía pasar a un Barbadás que solo se acercó a Cristopher con una falta directa de Toni.

En la continuación, el partido se abrió un poco más y con el 0-1 en el marcador, el Barbadás empezó a creer. Alberto puso a prueba al meta visitante que mandó la pelota a córner y Aarón mandó una falta pegada al poste. Y de nuevo Rui apareció para salvar una internada de Rodri Alonso que le supero en el mano a mano.

Se acercaba el final y salvo milagro el 0-1 era inamovible. Pero apareció Rubén Rivera para hacer una 'delicatessen' que fue el 0-2 en el 90. Era lo más justo. 

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