Berto, 25 años en el Rúa

Entablar una charla sobre el deporte y en concreto el fútbol con Berto Fernández Ocampo (16-5-1973) es conocer la pasión de este exjugador ligado al Rúa y que desde hace un cuarto de siglo disfruta entrenando la base de su querido club y a la escuela deportiva del concello. "Se hizo duro no estar con los niños desde hace un año, pero ahora llevamos dos semanas entrenando y se ve un poco la salida del túnel. Nosotros creemos que los niños necesitan volver a intentar hacer ejercicios, porque aunque parezca una broma el 70% ha llegado con algún 'kilillo' de más, siendo niños entre ocho y diez años". A diferencia de otros jugadores, Berto se había iniciado en los juveniles del Barco y tras sus estudios en A Coruña, retomó la actividad con 21 años en el equipo de su pueblo de la mano de Malira y Yimi: "En aquel momento tenía el fin de semana ocupado, porque entrenaba a los juveniles y el domingo jugaba con el primer equipo". ¿El Rúa el buen fútbol? Siempre. Desde que nos entrenaba Tito Silva, luego Malira y después David Pérez siempre intentamos jugar bien. Era más difícil que ahora. Lo que extrañábamos los campos de hierba artificial que antes no había y lo hacías en campos pequeños de arena donde se hacía muy duro jugar bien al fútbol, pero nosotros lo intentábamos igual, éramos valientes. ¿Cómo recuerda el último ascenso a la Preferente? Se juntaron varios factores. David Pérez venía de jugar en categorías superiores y Nelson hizo un año espectacular porque era el típico jugador distinto, pequeño, que corría y peleaba mucho llegando a forzar 11 penaltis. Además había una base de hacía años, donde ya teníamos una edad madura que también influyó. Éramos un poco más inteligentes. ¿Llegaron a lidiar con aquel potente Ourense B de Romerito? Estaba David Soares de goleador. Recuerdo que cuando nos enfrentamos en A Rúa veníamos de ganar todos los partidos de casa y perdimos 1-2 faltando dos minutos. Ya no nos dábamos levantado, no podíamos más, lo habíamos dado todo. Ellos tenían entre otros a Rafita o Dacosta y jugaban la de Dios, pero nosotros le hicimos frente y al final de la liga ascendimos ambos a la Preferente". Recuerde la apuesta con Agenor Siempre hacíamos alguna y en aquella temporada 1996-97 dijo que marcaría un total de 16 goles. Llevaba cuatro en toda la liga y en el penúltimo partido anotó ocho en Castro Caldelas al Caldelao, un registro aún no igualado en la categoría. En la última jornada ante el Cea debía marcar cuatro para lograrlo y solo hizo tres porque faltando 15 minutos el entrenador lo cambió y nosotros empezamos a reírnos aplaudiendo la sustitución, aunque esto no invalida que Agenor era un gran delantero. ¿Cuándo decidió ir al Quiroga? Creo que fue un acierto. Cuando juegas 14 años en un mismo equipo llega un momento que son demasiados y además tenía mucho trabajo. En principio decidí dejar de jugar, pero el Quiroga insistió y, aunque le dije muchas veces que no, al final acepté quedándome un año más, porque habíamos ascendido a la Preferente. En ese equipo coincidí con exjugadores del Rúa como Julio, Roberto Cotarelo, José Antonio y Jorge. Estoy orgulloso de esas dos campañas en el Quiroga. ¿Qué siente viendo al Barco en Tercera División y al Rúa en la Segunda Galicia? Lo del Barco es una oportunidad para el resto de jugadores de la zona y el Rúa ahora mismo, con la filosofía de no pagar, está donde debe. Pudimos subir algún año disputando dos fases de ascenso con gente del pueblo que hace un sacrificio enorme, pero centrados principalmente en la base. Han pasado de jugar en hierba natural a sintética Nos benefició que todos los equipos de fuera tienen hierba artificial, cuando antes eran de arena o tierra. Está claro que el campo de O Aguillón antiguo no tiene nada que ver con el actual. Aquel era más ancho, más grande y daba muchas ventajas a la hora de intentar jugar al fútbol. En su palmarés figura aquel doblete de la campaña 06-07 dentro de una temporada especial. Terminó siendo muy buena porque durante el verano el Rúa desaparecía. Gracias a la última reunión llevaba a cabo por el club, "Dorito" Alonso cogió finalmente la presidencia en el último instante. Hicimos el equipo en una semana y a pesar de las lesiones que sufrimos, que fueron muchas, se consiguió ese doblete. ¿Guarda con más cariño la Copa Diputación ganada con los juveniles? Sí, porque mi mayor logro en el Rúa fue haber ganado la primera copa con los juveniles enfrentándonos al Ponte, que era de Primera y nosotros de Segunda. Aquel equipo entrenaba cuatro días a la semana, que a día de hoy sería inviable porque los padres no dejarían que los niños viniesen tantos días. ¿Practica otros deportes? Jugué muchos años en el Club Tenis Rúa y aún lo hice el año pasado, porque me apasiona este deporte y más con gente como Julio López, que me ha enseñado mucho a nivel humano y competitivo. Ahora mato el tiempo en la bicicleta. ¿Algún sueño incumplido? Deportivamente estuve donde siempre quise, entrenando en todas las categorías inferiores del Rúa, formando dupla técnica con Javier Ferrer y en su momento ayudando al club siendo directivo. ¿Proyectos en mente? Ya pocos. Disfrutar a los niños pequeños en un campo de fútbol, si puede ser que el Rúa mantenga la base, ver al primer equipo donde juegue y subir con mis hijos Anxela y Suso a ver el fútbol pasando un rato agradable.