Callar vale, pero presumir…

Juanjo Vilachá debutó ayer en el banquillo del Atlético Arnoia, mejor dicho en la grada de O Lourambal. Eso es así porque el entrenador ourensano había dirigido esta misma temporada al Verín, curiosamente en la misma categoría. Lo mismo le pasa a Edu Rodríguez en los partidos en los que se “sienta” para dirigir al Barco.

Hace ya unas cuantas décadas Afiador se creó para dar fuerza, voz y voto a los entrenadores ourensanos y defenderlos en una “mundillo” siempre complicado. Poco después, Jose Mari Gómez Fuertes le puso el carnet a Antonio Teixidó para sentarse en el banquillo de CD Ourense y el cisma que se montó acabó con una retahíla de bajas en la Asociación. La teoría del proyecto había saltado por los aires a las primeras que podía haberse puesto en práctica.

Afiador tiene el difícil reto de tomar el relevo de Luis Soria y empieza esta nueva etapa seguro que con más ilusión que nunca, pero empieza con mal pie. Dar la callada por respuesta no es la mejor idea, pero peor todavía presumir de apoyo a un entrenador que ocupa una vacante para la que, por normativa, no le está permitido acceder.

Lo de “poner el carnet” sigue siendo, desgraciadamente pan nuestro de cada día en categorías no profesionales, pero que la Asociación que debe defender a los entrenadores presuma de ello ya suena un poco grotesco.

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