Celso Outomuro, el protagonista del Molgas: “No supe que era el árbitro”

El árbitro asistiendo al futbolista del Molgas (Foto: Córgomo)
photo_camera El árbitro asistiendo al futbolista del Molgas (Foto: Córgomo)
Celso Outomuro, del Molgas, fue “salvado” por la rápida actuación del colegiado Adrián Rodríguez, que le ayudó a recuperar el aire

Uno de los partidos del pasado fin de semana en el fútbol provincial, el que enfrentaba al Córgomo con el Baños de Molgas, disputado en el campo de Viloira, dejó una de las imágenes de la jornada, y quizá de la temporada, y tuvo como protagonista al colegiado Adrián Rodríguez Fernández.

Uno de los jugadores del equipo visitante, Celso Outomuro Montoro, recibió un balonazo durante una de las jugadas del partido correspondiente al grupo 3 de la Segunda Galicia ourensana. El futbolista sufrió temporalmente problemas para respirar debido al impacto y cayó al suelo al tener dificultades para inspirar. Desde el primero momento, Celso fue asistido por el propio árbitro. El colegiado decidió colocarse por debajo de él y hacer la conocida como “almohadilla humana” para ayudarle a recuperar la respiración normal.

Tras el susto, el jugador del Molgas pudo recuperar el aire poco a poco y devolvió la normalidad en el campo, donde se pasó un mal trago durante un rato, pero se pudo reanudar con normalidad. Lo de menos quizá fue el resultado, pero ahí la alegría fue solo para los locales, que se acabaron imponiendo por un rotundo 9 a 0.

La víctima del impacto reconoce que “fue un susto de los buenos. Ese balonazo recibido fue muy parecido al que sufrí hace muchos años, con la misma sensación de quedarme sin que me entrara el aire”. Pero para él lo increíble “fue que no me di cuenta de que era el árbitro, porque cerré los ojos y me tiré al suelo, luego él se metió debajo de mí, pero habría jurado que era un compañero, porque al abrir los ojos estaba rodeado de camisetas amarillas (Molgas). Luego me enteré de lo sucedido y le estoy muy agradecido al colegiado, ya que luego pude continuar jugando sin problemas”.

El lateral del Molgas, de origen venezolano, reconoce que más allá de competir “lo bueno es la gente que conoces y los de mi equipo son todos unos ángeles de personas. Antes de la pandemia estaba entrenando con el Arrabaldo y parece ser que nuestro entrenador conocía a este equipo y fue así como contactó conmigo para llevarme a integrar mi actual destino. Si bien, antes jugaba adelante, pero había gente mejor en esa posición que atrás, donde puedo cubrir ambas bandas, aunque me siento más cómodo por la derecha”.

El árbitro

El colegiado carballiñés Adrián Rodríguez, que lleva cinco temporadas en la delegación de Ourense, detalla claramente lo ocurrido en el campo: “En ese momento estaba atacando el Córgomo y un jugador de este equipo disparó a portería y en vez de ir hacia esa dirección, el balón terminó golpeando en la boca del estómago del jugador del Molgas, saliendo la pelota rebotada hacia afuera. De repente, miré hacia el jugador (Celso) y veo que cae al suelo fulminado como si pasara algo más grave que un fuerte balonazo. De inmediato, paré el partido, fui junto a él y observé que no daba hablado, ni respirado, con lo cual pedí asistencia rápida a los banquillos y al ver que nadie hacía nada, me vino a la cabeza el ponerme por debajo del jugador para hacer el puente y de esa forma que pudiera respirar. Después de pasar el mal trago, el chico se recuperó perfectamente, fue al banquillo, tomó un poco de agua y me pidió permiso para volver a jugar sin problemas”.

El árbitro Adrián Rodríguez Fernández recalca que “lo auxilié de la mejor forma que pude y con un final feliz de ver que consiguió respirar y de que el encuentro pudo terminar sin inconvenientes. Los árbitros somos uno más en este o cualquier deporte, humanos, personas como ellos, y si ves que puedes echarle una mano a alguien que lo está pasando mal, no lo dudas”.

Te puede interesar