fútbol base

La clave del Pabellón estaba en el otro banquillo

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photo_camera Los juveniles del Pabellón celebran un gol de Villar en el partido ante el Racing de Ferrol.

El cambio de cromos al frente del Pabellón juvenil y cadete sirvió para enderezar el rumbo de los primeros y mantener en la parte alta a los segundos

Fue un cambio de timón. El objetivo era arreglar una de las partes, aunque para ello había que "tocar" a dos equipos. Pero un mes después los resultados respaldan el movimiento. El Pabellón de Liga Nacional juvenil necesitaba enderezar el rumbo. De pensar en el ascenso se pasó a temer el descenso. La solución del club franjiverde fue un "cambio de cromos". Cándido Gómez, que entrenaba al cadete de División de Honor, por el técnico juvenil Guillermo García. Ambos con muchos desplazamientos juntos en el autobús. Uno cogía el banquillo del otro. Y la situación es diferente. Los juveniles han logrado dos victorias en tres partidos y los cadetes han hecho pleno de triunfos.

El primer equipo franjiverde perdió "in extremis" el primer partido bajo la dirección de Cándido (2-3 ante el Racing de Ferrol) pero vencieron los dos siguientes en Arousa y ante el Choco en casa. El fantasma del descenso se aleja."Ahora somos un equipo incómodo y peleón. Sin miedo a ganar. El otro día ante el Choco sufrimos el primer cuarto de hora pero mantuvimos la calma para ganar 2-0. Tenemos jugadores de primer año y en cualquier momento nos puede pasar factura. Pero de momento está saliendo bien la apuesta. La dinámica es buena, sabemos donde estamos pero respeto a todos y miedo a ningún rival".

Al llegar a un vestuario tocado anímicamente, a Cándido Gómez le tocó hacer trabajo psicológico. "Salir al campo convencidos de que podemos hacer daño a cualquier equipo. Creo que es lo que piensa la plantilla ahora mismo. Varios jugadores vienen de descender el año pasado, hay una responsabilidad por ascender, empiezan a salir las cosas mal, hay desánimo... Y ahora viene una persona diferente, con otro discurso y vete tú a saber".

Todo sin perder de vista a sus exjugadores cadetes. "La segunda es espectacular. Más arriba no pueden llegar porque Celta y Deportivo son profesionales, pero la campaña es extraordinaria".

Líder de la "otra" liga

Por su parte, Guillermo García vuelve a celebrar victorias de forma consecutiva. Y hacía un par de temporadas que no era un hábito. El dicho advierte "lo que funciona, mejor no tocarlo". En este caso el club se vio obligado pero la buena tendencia que llevaba el equipo de División de Honor se mantiene. Desde la llegada de García, tres partidos y tres triunfos ante Racing, Arosa y Choco. Son terceros tras Celta y Dépor.

"Cuando te haces cargo de un equipo que va en buena dinámica, siempre te da un poco de apuro por cómo pueden salir las cosas contigo. Pero contento con la trayectoria que llevamos, solo por detrás de Celta y Deportivo. Con el grupo me encontré bien desde el principio. Ya los conocía porque coincidíamos en muchos viajes en los que íbamos juntos juveniles y cadetes. No hubo ningún problema", destaca Guillermo García.

Su salida del juvenil se produjo, insiste, "por el desgaste" y celebra el cambio de tendencia de sus exfutbolistas. "Ahora pasa lo contrario que antes. Antes la primera ocasión que tenía el rival, la aprovechaba y ahora es el Pabellón el que lo hace. Creía que ese cambio mental y de rutina era lo que necesitaba el equipo y no está yendo mal. Se les ve otra cosa, ha vuelto la confianza", analiza García.

Que dure la buena racha. El fútbol base ourensano necesita ir recuperando su sitio. 

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