Creíamos que se acababa el lío

Nada más lejos de la realidad. Hay mucho lío, incluso más que antes. Hablamos del VAR en el fútbol. ¡Menudos días! Polémica servida, cartas y declaraciones de dirigentes, comunicados de árbitros pidiendo perdón, las aficiones indignadas… Menos mal que se instauraba para corregir la mayor parte de polémicas. Peor el remedio que la enfermedad. Una de las claves del problema radica en que se usa de una forma arbitraria, nunca mejor dicho. Pasa algo y ni el mayor experto en normas futbolísticas sabe si puede entrar el VAR, si no puede hacerlo o si solo la puntita. Un descontrol que no tiene visos de detenerse y que parece que va a peor. Mires donde mires. 

Otro aspecto importante es que hay un innegable factor humano controlando todo. Y el que era un árbitro malo con el silbato también lo es con las cámaras. Parece que viven en otro mundo si tenemos en cuenta lo que dicen sus superiores. El “jefe” de los colegiados dice “A” y esa misma jornada ya hay unos cuantos trencillas haciendo exactamente todo lo contrario. Ni a propósito, oye.

Y luego está la vergonzosa tendencia a pitar con el resultado o el cronómetro. Lo que es tarjeta en el minuto 70 no lo es en el 7. ¿Lo pone el reglamento? No. Les da la gana. Lo que es falta con 0-0 en el marcador, no lo es cuando un equipo gana 2-0 y parece que hay que compensar al “pobriño” que va perdiendo.

Te puede interesar