El descenso del Cidade de As Burgas confirma el desaguisado y se suma lista de damnificados del deporte provincial.
El deporte femenino ourensano también ha perdido potencial (y equipos) por el camino. En el centro del foco están los dos conjuntos de la Primera División femenina de fútbol sala, Ourense Envialia y Cidade de As Burgas. La Copa de España que obtuvieron las primeras el pasado año supuso el mayor éxito de un equipo ourensano desde el "no ascenso" del COB a la ACB.
El descenso del Cidade de As Burgas confirma el desaguisado y se suma lista de damnificados del deporte provincial. Talento hay, pero no se retiene. Vane Sotelo o Iria Saeta son un ejemplo. Y se han marchado a municipios modestos como Alcorcón o Poio. Aquí es fácil escuchar hablar de "trabajar con la cantera", pero olvidando que tenerla y cuidarla también cuesta dinero.
En la comparativa, se nota la ausencia de representantes de peso en el baloncesto. Los hubo. Más de uno. Pero ahora son provincias como Cáceres, Álava, Zamora o La Rioja o Lugo las que reciben a las cámaras de televisión nacional en sus pabellones. O ciudades como Salamanca, que tiene al Perfumerías Avenida monopolizando la liga española y mirando de tú a tú a los grandes de Europa.
La pujante, y cada vez más mediática, Primera División de fútbol femenino deja nombres como el Santa Teresa de Badajoz, Albacete, Huelva o Granadilla (de la pequeña localidad canaria de Granadilla de Abona) codeándose con Barcelona o Atlético de Madrid.
El pasado demuestra que es posible que Ourense tenga más y mejor deporte femenino.
