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Descender por (de)méritos ajenos

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photo_camera El futuro de algunos equipos ourensanos depende también del Pontevedra y del Racing de Ferrol.

Los arrastres amenazan la temporada de varios equipos ourensanos que, a pesar de lograr su objetivo, pueden verse abocados a bajar de categoría

Los planes hechos en agosto vuelan por los aires. La cifra de puntos que los equipos se marcan como meta para alcanzar sus objetivos se quedan en papel mojado. Pasa cada temporada. Y volverá a pasar en unas semanas. Quizá con más violencia que nunca. Los tan temidos "arrastres" son como la marea, que va y viene. Equipos que suben sin lograr entrar en puestos de ascenso directo, y otros que bajan aunque consiguieran escapar de las plazas de descenso en un principio. Todo para mantener el equilibrio territorial en las categorías.

"Todo viene de que en Tercera División hay cuatro descensos garantizados, pero no hay ascensos asegurados. De ahí los arrastres. El artículo 195 del Reglamento General de la Federación Gallega y el mismo del Reglamento de la Federación Española rigen esta situación. Permite dos opciones. Por un lado, aceptar los arrastres, que es lo que se decidió para Galicia, o bien crear un llamado grupo 'supernumerario', con 21 o 22 equipos. Es el caso, esta campaña, del grupo 9, uno de los andaluces. Pero esta situación solo puede durar una temporada. Después tienen que ponerse al día otra vez y formar un grupo de 20 equipos", explica Diego Batalla, secretario general de la Federación Gallega de Fútbol.

La selección del modelo de arrastras fue una petición de la Asociación de Clubes de Tercera que acogió la federación autonómica. Los motivos son tan claros como prácticos. "Asumir una temporada con más equipos supondría un gasto mayor (se jugaría durante un mes más si fueran 22 escuadras) o se tendrían que disputar partidos entre semana (con gran parte de los jugadores con compromisos laborales). Nadie ha solicitado cambiar este sistema", analiza Batalla.

Pero si bien la Tercera es el primer afectado, la ola comienza en la Segunda B. En agosto se hablaba de un grupo I más gallego que nunca. Un arma de doble filo. Hasta cuatro equipos de la comunidad están en problemas. El Cerceda tiene pie y medio en Tercera, mientras que el Racing de Ferrol y el Pontevedra ahora mismo también descenderían. E incluso el Coruxo está en peligro. Una situación que condicionaría a todo el fútbol gallego.

"En el caso de bajar los cuatro, un total de ocho equipos descenderían de Tercera a Preferente. Eso es un 40% de la categoría", destaca Batalla. Eso sí, la situación se podría compensar si algún equipo de Tercera consigue ascender.

Tensa espera

Por eso Arenteiro e, incluso, Barbadás, miran hacía arriba. La mala racha de los de O Carballiño (sextos por abajo) les ha llevado a pensar en los arrastres con preocupación. Curiosamente, hace menos de un año, un arrastre a la inversa, gracias al postrero ascenso del Rápido de Bouzas, les llevaba a Tercera. Una de cal y otra de arena. De ello, se beneficiaron también Ribeiro o Cortegada.

El Barbadás (que marca el descenso), por su parte, lucha por escapar de los puestos peligrosos. Pero su remontada podría no ser suficiente si se produce el desplome de los gallegos de Segunda B.

Si los ourensanos finalmente pierden la categoría, la siguiente víctima la encontraríamos en la Preferente. El Nogueira cree en la salvación tras los últimos resultados. Pero por salvación entienden escapar de los tres últimos puestos, los de obligado descenso. Pero quizá no les llegue. Todo apunta a que el cuarto por la cola corra la misma suerte.


Situación geográfica


En Preferente influye también la situación geográfica de los equipos que descienden de Tercera y si caerían al grupo Norte o el Sur. Ahora mismo, Negreira y Noia irían al Grupo Norte y Barbadás y Villalonga al Sur. Pero podría darse el caso de que los tres o cuatro equipos cayeran al mismo grupo complicando el panorama de muchos.

De esta forma la situación se extendería hasta la Primera Galicia. En esta categoría hay dos descensos fijos. En el caso del grupo ourensano, el 4, Atlético Pontedeva y Viana necesitarían un milagro para evitarlos. Por encima, una lista de equipos que tienen motivos para estar tensos a pesar de no verse en la parte de la tabla marcada en rojo. Vilariño, Valenzá, Rante y Cortegada no se fían. En el caso de estos últimos, al igual que el Arenteiro, el pasado curso se beneficiaron del ascenso del Rápido.

En definitiva, un puzzle de muchas piezas que no se resolverá hasta el final. La liga acabará y muchos equipos tendrán que esperar los play off para saber dónde jugarán la próxima temporada. El curso pasado, la inercia favoreció a los ourensanos. En esta ocasión habrá que conformarse con minimizar daños. Mejor que la catástrofe en Segunda B no sea tal y que los "gallitos" de la Tercera gallega logren subir. Si no, habrá que prepararse para la onda expansiva que puede llegar.

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