La bola se echó a rodar a las 12:00 horas. A las 12:01 ya perdía el Barrocás. Esa fue la tónica constante en los dos partidos de este viernes. Empezar así es un despropósito, y más si sucede contra equipos de un nivel tan alto. Pese a todo, nuestros "OUrange sticks" desplegaron buen hockey en el Paco Paz, sobre todo en el primer encuentro, contra el Barcelona, compitiendo hasta el pitido final. Fue un partidazo, sin tregua, de poder a poder, que aparentemente presagiaba una participación brillante.
A las 16:40 empezó el duelo sin margen de error contra el Málaga y a las 16:41 los naranjas volvían a estar por detrás. Se vieron obligados a remar contracorriente los cuarenta minutos, intentando superar a unos jugadores hambrientos y muy intensos que se ganaron su pase a semifinales a través de una defensa impoluta, sin fisuras a pesar del asedio "barrocaniano". Estas competiciones se deciden en menos de 24 horas, si tienes un mal día, estás fuera.
Una cita de tanto nivel exige muchas cosas para llegar a lo más alto. Las básicas son: preparación física, técnica depurada y trabajo de pizarra constante, todas ellas cualidades que tiene el Barrocás; sin embargo, no basta solo con eso. Tener suerte en los momentos clave y acompañarla con una mentalidad ganadora son igualmente decisivas. Contra lo primero nada se puede hacer, solamente sobreponerse con buen juego. Lo segundo se podría haber arreglado con un Pazo Paco Paz a rebosar, alentando cada acción del Barrocás, pero ya se sabía de antemano que eso no iba a ser posible.
Solo queda descansar y recuperar buenas sensaciones para el primer partido de este sábado. Ganar supone pelear por el quinto puesto. Si los "OUrange Sticks" van 0-0 a las 11:01, tendrán muchas más opciones. La suerte no depende de nadie, la mentalidad sí.
