ANÁLISIS

¿Dónde está el respeto?

La sanción a un árbitro por suspender un partido muestra la indefensión de muchos colectivos en el deporte

La pasada semana saltaba a las noticias la sanción que recibió un árbitro por suspender un partido de baloncesto en el que recibió insultos por parte de los aficionados en la grada.

En un momento en el que todo el mundo parece sensibilizado con los abusos, el bullying y la igualdad, resulta complicado de digerir la decisión tomada, más cuando el propio colegiado afirmó que no recibió el apoyo necesario por parte del equipo local para detener la situación.

¿Qué tendría que haber hecho? ¿Tendría que haber hecho oídos sordos? La respuesta a ambas preguntas está clara porque su decisión fue correcta, más si cabe cuando desde el colegio arbitral se insta desde hace tiempo a detener este tipo de actitudes sobre los terrenos de juego. 

Sin embargo, el desamparo e indefensión en el que nada este colectivo y también el de entrenadores en muchas canchas de la autonomía es para hacérselo mirar, no todo vale.

La falta de empatía en la que se ha instalado la 'moderna' sociedad actual nos devuelve a comportamientos que parecían erradicados (por suerte) y que sinceramente, asustan de cara a valorar un futuro en el que se criarán las futuras generaciones.

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