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Barco - Paiosaco: dos no juegan si uno no quiere

Calabagueiros. Barco - Paiosaco.
photo_camera El colegiado Miguel Ferrol y el delegado del Barco José Antonio Ramos antes de la suspensión.

El partido Barco-Paiosaco fue suspendido por el colegiado Ferrol Muñiz al negarse el equipo coruñés a salir al campo

Calabagueiros vivió el pasado domingo por la tarde una nueva situación de lo que puede deparar el mundo del fútbol. Algo que hasta ahora nunca había sucedido.

El Paiosaco viajaba rumbo a la localidad valdeorresa cuando, sobre las dos de la tarde y a la altura de As Nogais, provincia de Lugo, sufrió una avería en el autocar. Tras continuar el viaje en otro de sustitución y mientras comían en Vega de Valcárcel, a 45 minutos del Barco, le comunican que no se puede abrir la bodega del primer bus estropeado y que no disponen de la equipación para jugar. Tras llegar a Calabagueiros y dejarle el equipo local camisetas, pantalones, medias, botas y espinilleras, los coruñeses se negaron a jugar alegando que algunas las botas estaban rotas y que solo tenían espinilleras para siete jugadores.

El árbitro principal, Miguel Ferrol Muñiz, decretó la suspensión del partido según reza en el acta "encontrándonos el equipo arbitral en el terreno de juego realizando ejercicios de calentamiento, somos llamados por los delegados de ambos clubes. En el vestuario, con ambos delegados y la presencia del presidente del Paiosaco, nos comunica que se niegan a disputar el partido, a pesar de disponer del equipamiento obliaatorio suficiente, al considerar que el calzado proporcionado no es adecuado para comenzar. En ese momento y ante estos hechos decreto la suspensión definitiva del encuentro . (Suspendido sin comenzar).


Enfado en el Barco


El presidente del Barco, Nilo Ramos tiene claro lo que sucedió y afirma con rotundidad que " a mi todo esto me suena un poco raro. No voy a poner en duda lo que dicen desde el Paiosaco, pero sí quiero dejar muy claro que nosotros intentamos facilitarles las cosas lo máximo de nuestras posibilidades". Aunque a toro pasado también reconoce que "a lo mejor no teníamos que habernos metido en tanto jaleo y no haberles dejado las botas, pero ya fue. Me parece un poco surrealista, pero tengo muy claro que nosotros tenemos la conciencia muy tranquila".

Y va más lejos. "Cada jugador llegaba con una mochila que es algo que también nos llamó la atención. No sé lo que llevaban dentro, pero nuestros jugadores llevan un zapatillero dentro de su mochila con las botas ya que es algo muy personal". Y finaliza insistiendo en una idea, "esto nos sirve para no volver a dejarle botas a nadie ya que aún por encima parece que somos los malos de toda esta película". 


Entrenador del Paiosaco


El entrenador del Paiosaco, Juan Riveiro lo primero que quiere es "pedirle disculpas a la gente del Barco, pero teníamos nuestras razones para no jugar y sino las entienden, pues que le vamos hacer". Para seguir relatando los hechos. "Estábamos comiendo cuando nos avisaron que no podían abrir la bodega del autocar y que no teníamos las equipaciones. El secretario de la Federación Gallega nos dijo que teníamos que presentarnos y así lo hicimos, pero en esas condiciones no podíamos salir a jugar".


Delegado de campo


José Antonio Ramos, delegado de campo del Barco, también relata lo acontecido. "Nosotros le facilitamos el material que teníamos y en principio el partido se retraso para las ocho de la tarde, pero ellos ya no quisieron salir a calentar. Alegaron que no se encontraban a gusto con las botas que le habíamos dejado y tras esa decisión el colegiado decretó la suspensión del partido. Ahora el Juez único del Comite de Competición dará un plazo para alegaciones y dictará sentencia. 

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