El líder comienza a paladear el ascenso, aunque aún queden 12 jornadas y su entrenador mantiene el discurso cholista del partido a partido. Logró una de esas victorias vitales para lograr el objetivo, en un feudo tremendamente complicado y ante un Santa Teresita que, a pesar de terminar jugando con un hombre menos, murió con las botas puestas.
El Verín salió a por todas desde el comienzo, pero la primera parte discurrió más viendo pasar como drones a los balones, que procurar hacerlo rodar sobre el sintético. Hubo un trabajo defensivo extra por parte del "Santa", pero aún así Camba casi sorprende a Torque con un remate apenas desviado.
La otra ocasión visitante la provocó Iago Campelo, que probó fortuna desde fuera del área, rozando el balón en Jacobo, pero Torque estuvo muy despierto para sacarla sobre el larguero.
Mucho más intensa se presentó la segunda mitad, pero faltaba acierto, como el que no tuvo Camba con la portería a su merced y tiró desviado. No era la tarde del máximo goleador verinense. Tampoco aprovechó su oportunidad Grego, cuyo disparo se fue pegado al palo izquierdo.
El Verín dio siempre la sensación de merecer un poco más, el asedio fue más continuo, como sus posibilidades de marcar, pero asomaron los reflejos de Torque para desviar al córner un remate de Fran Martínez.
Expulsión y parón
Hubo algunos momentos de tensión, pero nadie esperaba la reacción de Javito al encararse con Antonio Teixeira y al meta Pachi abandonando su portería para recriminarle la actitud al 'pichichi'. El asistente Adrián Domínguez le indicó al árbitro la situación, expulsado a Javito y amonestando al cancerbero visitante. Al reanudarse el juego un aficionado local le lanzó agua con una botella al asistente y el partido, al sentirse intimidado el colegiado, quedó detenido 22 minutos hasta que apareció la Policía Nacional.
En el minuto 31 se reanudó el encuentro y el parón terminó favoreciendo al líder. Dani Chimpín colgó una falta al área que cabeceó Teixeira para marcar un gol que huele a ascenso.
Adrián Dominguez
A pesar de la tensión lógica de un partido entre los dos primeros clasificados, lo que no es de recibo es que un aficionado local estuviera a punto a fastidiar el partido lanzándole agua por detrás al asistente Adrián Domínguez que se negó a continuar con el partido si no había fuerza pública en el campo.
