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Equipos ourensanos que hicieron época y ya solo son historia

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La inexplicable desaparición de Club Deportivo Ourense en 2014 confirma la falta de criterio, de sensibilidad y de implicación con el deporte ourensano desde hace décadas

Cómo es posible que desapareciese el equipo de fútbol de una capital de provincia por poco más de 150.000 euros? En Ourense ocurrió. Sin que nadie, excepto los que realmente lo sentían como propio, alzasen la voz y dijesen "¿pero qué locura es esta?".

La desaparición de Club Deportivo Ourense es, sin duda, una de las mayores aberraciones en la historia de esta ciudad. Y sin limitar los errores a la parcela deportiva. Un club con 62 años de historia e indiscutible referencia futbolística en la provincia. 

La calculadora no cuadró desde la mitad de la temporada 2013/2014 y poco a poco se fueron acumulando las nóminas a deber a la plantilla. Un problema que tuvo como consecuencia el descenso en el rendimiento deportivo y que podía haber supuesto, llevado al extremo, la pérdida de categoría y asumir una deuda que afectase a la pomposidad de proyectos posteriores. No en Ourense. Aquí hubo disparo de gracia y el nicho.

Ourense se quedaba sin su equipo de fútbol. Con alternativas, pero imposibles de comparar competitiva y socialmente. Sin el primer equipo, sin Segunda B y sin cantera. Un disparo de gracia para un deporte que tocó techo en la temporada 1997/98, cuando saboreó el liderato en la Segunda División, y que el año 2000 vería como el Barcelona sufría para eliminarle en la Copa del Rey.

"¿La UDO es el Ourense?" Que haya que recurrir al sentimentalismos, a la frialdad de los nombres o a los colores en las camisetas para intentar explicarlo es el verdadero dramatismo de la situación que vive el fútbol ourensano en la actualidad. Volverán los buenos tiempos, seguro, pero con un retroceso gratuito y evitable y con una herida incurable. Ourense volverá a tener fútbol profesional pero Club Deportivo Ourense seguirá siendo historia.

Como lo es el Ourense Fútbol Sala. Para unos Academia Postal, para otros Coinasa y para todos 'los leonciños'. En Os Remedios y en el Pazo se vibró con los mejores equipos nacionales. ElPozo, Interviú Boomerang, Caja Segovia, Playas de Castellón. Si tocaba derbi era por casualidad ya que la tiranía de Ourense en el fútbol sala gallego nadie la discutía en ese momento.

Los mejores jugadores y entrenadores jugaron en Ourense y siempre con canteranos que iban saliendo de una deporte sobrado de tradición. Pachi, Ruiz, Toño Rivas, más tarde Óscar Vivián o los Pataco.

Un deporte en el que CD Ourense femenino había sido campeón de Liga y Copa la misma temporada. Una herencia que seguro ayuda a entender el porqué ahora todavía hay dos equipos ourensanos en la élite y siguen saliendo jugadoras como Vane Sotelo o Iria Saeta.


Hockey, baloncesto, atletismo...


Si hay otro deporte en el que Ourense no ha admitido discusión a nivel autonómico ese es el hockey hierba. En la década de los 90 el Apóstol era el dolor de cabeza de los poderosos equipos catalanes que se veían obligados a viajar a la otra punta de la península. Un club casi familiar que no dejaba de sacar jugadores y que se asentaba en la máxima categoría.

El equipo femenino no tardó en llegar también a lo más alto y competir incluso a nivel internacional. Un Apóstol que impulsó la progresión de otros clubes ourensanos como el Barrocas, el Pabellón, el Cudeiro o el Albor. De aquel club solo quedan ahora categorías de base y el Barrocás no es capaz de recuperar una plaza en la élite que también disfrutó.

La capacidad para menguar del Pabellón femenino es similar. Un club con tradición en el baloncesto nacional y que ha pasado de la Liga Femenina 2 a la competición más baja. Por quitar lo han dejado hasta sin cancha. Ya ni juega en Os Remedios. Sí mantiene su hábitat el tenis de mesa, pero no la categoría. Los más jóvenes despistados quizá no recuerden que también Ourense llegó a lo más alto.

Lo del atletismo fue todavía peor. Con patrocinador estable y los equipos masculino y femenino en la División de Honor acabó renunciando por falta de apoyo. El Adas de O Barco consiguió el ascenso y no llegó ni a intentarlo.

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