Me gusta más decir el que la sigue la consigue". Son palabras del técnico del Compostela Iago Iglesias, que cumple la cuarta temporada en el equipo de Santiago y que va jugar la tercera promoción de ascenso seguida.
Los santiagueses son los favoritos de todas las quinielas y, a mayores, no necesitan ganar ningún partido para lograr el ascenso. Un equipo que ha ido madurando cada temporada y que en esta, cuando se paró la competición era líder. Al buen juego y calidad de sus jugadores, le sumaron esta temporada la experiencia de jugadores más veteranos y curtidos en mil batallas. "
Destacan el portero Pato Guillen, los defensas David Soto o Jimmy, los centrocampistas Pablo Antas o Roberto Baleato y los delanteros Hugo Sanmartín, Gabri Palmas o el goleador Primo, que llegó mediada la temporada para suplir la baja de Rodri Alonso, que fichó en el Ourense CF. Un equipo solvente y con muchos registros.
El técnico que comenzó con este nuevo proyecto y que sigue al frente es Iago Iglesias, que confía en un ansiado ascenso. "Llevamos tres años peleando, cada temporada hemos ido mejorando y en esta creo que hemos seguido evolucionando. Antes del parón pienso que estábamos en el punto perfecto, veremos si ahora, tras cuatro meses sin competir, lo volvemos a demostrar".
Son los favoritos y lo asumen. "Sí, tengo claro que lo somos y además los números nos avalan. Somos los campeones y llevamos tres play off seguidos, algo que es muy difícil de lograr y nosotros lo hicimos. Así que no lo eludimos y digo más, para nosotros esto no es ninguna presión, todo lo contrario. Es un halago y un premio al trabajo bien hecho. En todo caso no podemos olvidar que nos vamos a jugar todo a un partido y en 90 minutos puede pasar cualquier cosa".
El rival
Mañana se enfrentaran al Barco, un equipo para Iago Iglesias que "puede ser el rival al que más nos asemejemos por el estilo de juego, pero van a ser partidos muy especiales". Y profundizando en el rival matiza que "es un conjunto que del medio campo hacía arriba tiene mucha calidad y seguro que no va ser un partido fácil, aunque miedo no le tenemos ninguno, sí que mucho respeto".
A día de hoy la mayor preocupación del técnico santiagués es "mi equipo. Saber cómo va a estar mi equipo. Poder ver si estas casi seis semanas que llevamos trabajando nos llegó para adquirir la forma que teníamos antes del parón y también ver si la madurez de los jugadores está al nivel que requiere el partido, aunque estoy seguro de que va ser que sí".
Termina el técnico del Compostela repitiendo un mensaje ya trillado: "Tras tantos meses sin competir, la mayor incógnita es saber cómo van a responder todos los jugadores y el ritmo que vamos a tener durante 90 minutos de partido". En 24 horas tendrá la solución.
