ialogo, ideas claras y una gran capacidad de comunicación fueron sus armas desde el banquillo
Si existe un nombre legendario en la gesta de los 30 partidos, 30 victorias, ese es el de Fernando Bouso, entrenador del equipo en aquella mítica temporada. Su trayectoria como entrenador en el Ourense sólo duró tres temporadas y media aunque el recuerdo que dejó fue imborrable.
Fernando Bouso fue un gran medio volante madrileño de madre lucense, de Mondoñedo, y madre ourensana, de Boborás que llega a Club Deportivo Ourense como jugador en la temporada 1961-62, con 28 años, procedente del Atlético de Madrid que lo había cedido previamente al Murcia, San Fernando, Badajoz, Rayo Vallecano y Lugo. En el Ourense estuvo cuatro años jugando en segunda división y uno en tercera como centrocampista organizador hasta su retirada a los 32 años. Durante esos años entrena a los juveniles del club.
En la temporada 1966-1967, toma las riendas del equipo y tiene que entrenar a los que fueron sus compañeros de toda la vida, consiguiendo el campeonato de tercera división y perdiendo la promoción de ascenso frente al Jerez Deportivo en el tercer partido de desempate disputado en el Campo de Vallehermoso de Madrid. Al final de esta temporada consigue el número dos de su promoción del curso de preparador de categoría nacional.
Mario Guede que fue su colaborador durante una década recuerda que “lo recuerdo en primer lugar como aficionado, desde la grada. Era una época en la que la directiva del club apostó por un cambio radical con jugadores de la cantera, algo que permitió lograr una estabilidad económica que en aquellos tiempos era muy complicado. Aquel era un equipo muy dinámico que hacía un fútbol diferente y que gustaba mucho”.
La temporada 1967-1968 le encumbra como entrenador al conseguir ganar el campeonato de tercera división y ganar todos los partidos de liga estableciendo un record nacional. En su tercera temporada también logra el campeonato de tercera y el ascenso a segunda división al derrotar en la promoción al Bilbao Athletic.
El año de segunda división que acaba con el descenso del equipo es sustituido en la jornada 28 por Francisco Campos, fichando en la temporada siguiente por el Langreo asturiano de segunda división, club donde termina su carrera profesional a los 37 años para dedicarse a sus tiendas de material deportivo y a la gerencia del pabellón de los deportes de Os Remedios. Mario Guede recuerda que “el dejó de entrenar por la oferta de la gerencia del Pabellón. El concejal López Iglesias apostó por él porque creía que iba a dinamizar el Pabellón y lo hizo. Participó en la creación de los diferentes clubes deportivos que dieron vida a ese recinto. Me hice entrenador por él. Creyó en mi ciegamente. El mundo del deporte en Ourense le debe mucho. Está entre los que han influido en el desarrollo del deporte en Ourense”.
Los que le conocieron lo definen como una persona con las ideas muy claras, dialogante, inteligente y con mucha capacidad de comunicación.
Este año fue galardonado con una distinción al mérito deportivo de la Xunta de Galicia.
