Mundial de Qatar 2022

El fotógrafo de Ourense que retrata el Mundial de Qatar para la Agencia EFE

Alberto Estévez, en el entrenamiento de Francia. (JOSÉ ANTONIO SIRVENT)
photo_camera Alberto Estévez, en el entrenamiento de Francia. (JOSÉ ANTONIO SIRVENT)
“La foto de Messi y Mbappé al acabar el partido es la imagen que voy a buscar”, es el objetivo del Alberto Estévez, fotógrafo ourensano de la Agencia EFE en el Mundial de Qatar

Hoy Alberto Estévez estará en la final entre Francia y Argentina. Una cita excepcional que para él “no es que sea el pan nuestro de cada día, pero sí que tengo la suerte de haber estado en muchos Mundiales”. El de Catar es el sexto de este fotógrafo ourensano que soñaba con ser director de cine y al que unas prácticas en el periódico Superdeporte, en Valencia, le cambiaron la vida. Vive en Barcelona y es del Barça. La respuesta a la primera pregunta no sorprenderá a nadie.

¿Con quién va en la final?

Yo voy con Messi. Soy de la religión de Messi, soy un devoto de Messi y voy siempre con Messi.

¿Y supongo que Messi será uno de los objetivos prioritarios de su cámara mañana?

Se ha ido a París y ahora no lo tenemos a diario, pero tenemos la suerte de conocerlo mucho a nivel fotográfico. Todos sabemos qué va a hacer cuando marca un gol, sabemos incluso hacia dónde lo va a celebrar... Lo tenemos todos ya muy estudiado.

¿Qué foto le gustaría sacar en la final de este Mundial?

Son dos. Una es obvia, porque además es la fotografía con la que van a abrir los periódicos de todo el mundo al día siguiente, la foto de Leo Messi o de Hugo Lloris levantando la copa. La otra es una que me apetece mucho y es la Messi y Mbappé juntos al acabar el partido. Igual que hice una en la semifinal con Marruecos con Mbappé y con Hakimi, que son muy amigos y eran rivales, seguro que pasará algo parecido con ellos dos consolándose uno al otro y abrazándose. Esa foto yo la voy a buscar, eso seguro.

¿Para llegar a esa foto del final cuántos disparos habrá hecho antes?

Imposible, no sé, supongo que entre 2.000 y 3.000 en todo el partido y al final entre 100 y 120 fotos las que envío para la Agencia.

¿Cuál es la que más le gusta de los Mundiales anteriores?

No sabría decir casi ni cuál es la de este Mundial. No sé. Le tengo mucho cariño al primero. Fue en Corea y Japón y fue logísticamente muy complicado para mí y cuando acabó el partido y Cafú (Brasil) levantó el trofeo y saqué esa foto fue como decir: ‘Ya lo he hecho, lo he conseguido’. Y quizá por eso, por ser el primero, le guardo mucho cariño. Pero también tengo que ser sincero y debo decir que el fútbol no es la especialidad que más me gusta fotografiar.

¿Por qué?

Es como si en el fútbol ya estuviese todo hecho. Hay otras especialidades, como el atletismo o la natación, que dejan más margen a la creatividad del fotógrafo. Por eso los Juegos Olímpicos son lo que todo fotógrafo deportivo quiere hacer. También es lo más complicado y lo más cansado, porque trabajas 15 horas al día, empiezas a las nueve de la mañana haciendo balonmano y terminas por la noche haciendo waterpolo. Aquí, en el Mundial de fútbol, no.

Pero la final de un Mundial...

Igual. Es uno de los consejos que le doy por ejemplo a los fotógrafos que vienen por primera vez. Les digo que el fútbol es siempre igual. A lo mejor están un poco excitados o nerviosos y les hago entender que el partido del Mundial es igual que un Alcorcón-Torrelavega. Son 22 y una pelota, igual que cada domingo en cada campo.

¿Y quién cree que va a ganar?

Caramba. Es muy complicado, te digo de verdad que no lo sé, que no sé qué decir. Si me preguntas hace tres días te habría dicho Francia, porque está jugando muy bien y es un equipo muy compacto, pero ahora casi te digo que Argentina. Y lo digo después del casi roto que les hizo Marruecos, que para mí mereció ganar. Argentina creo que tiene opciones y además me alegraría mucho. Creo que Messi se merece un Mundial y además para que el otro medio mundo que todavía no lo cree tenga claro que es el mejor jugador de la historia. Pero también tengo que decir que Mbappé es muy, muy bueno.

¡Vaya dos en la final!

Es que es la final soñada y sobre todo la final que quiere el emir de Catar. Tiene a las dos estrellas de “su” PSG jugando la final en su casa. Está el veterano al que le queda poco y la nueva estrella emergente. El que diga que todo estaba preparado es mentira, pero si lo preparan no les sale mejor.

Hablando de Catar. ¿Cómo es este Mundial de 2022?

Es distinto a todos los que he visto, sobre todo porque es todo en la misma ciudad. Se parece más a unos Juegos Olímpicos que a un Mundial, pero es el Mundial mejor organizado de todos y con mucha diferencia. No hay una pega, todo funciona perfecto. Los estadios son espectaculares, las transmisiones, internet... todo funciona de maravilla y tienes un montón de gente trabajando para que no falle nada y que tengas todo lo que puedas necesitar. Y la seguridad es brutal, aunque eso ya era así en alguna otra vez que había venido a Catar. Aquí hay mucha seguridad y en el Mundial, mucha más.

¿Y el país?

El país es peculiar, no cabe duda, y todo el mundo sabe qué es Catar y cómo funcionan aquí las cosas. Está claro que Catar no es una democracia, es un emirato absolutista y todo lo que se dice es verdad. Aquí la homosexualidad está prohibida y las mujeres van muy tapadas, aunque no es como en Irán, que están obligadas, aquí van porque quieren y solo van así las ciudadanas cataríes. No es tan radical como en otros países islámicos, pero claro que es totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados.

¿Servirá el Mundial para cambiar eso?

No lo creo, no creo que cambie nada la idiosincrasia del país. Todo eso solo se cambia con leyes, quitando las penas a la homosexualidad o al adulterio, pero no creo que lo hagan.

Un Mundial sin alcohol.

Si en un Mundial así, con todas las aficiones estando en la misma ciudad y con países enfrentados, hubiese alcohol habría peleas todos los días. Sin alcohol ni te imaginas el buen rollo que se genera, va todo el mundo muy sobrio y muy tranquilo. Falta chispa (se ríe). En los partidos, excepto con los argentinos, falta ambiente.

Terminamos. ¿Después de Catar?

Voy para casa, a Barcelona, pero estaré en Ourense muy pronto. La Nochebuena y la Navidad la pasaremos en Barcelona, pero el 27 ya estaré por ahí. Ourense es mi ciudad, mi infancia, todo buenos recuerdos. La adoro y soy un gran vendedor de ella. Me costará convencer a mis hijos y a mi compañera, pero me encantaría retirarme en Ourense. Nos vemos ahí.

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