El Francelos, su pasión

Con orgullo y un cierto toque de emoción el presidente Ricardo González (24/4/1961) recuerda en detalle las fotos del primero hasta el último equipo del Francelos que con detalle están expuestas en el bar del campo y donde él es parte importante desde la creación del club, en 1980. Como la mayoría de los niños recibir un balón como regalo de Reyes era la mayor ilusión y "por eso el fútbol ha sido y sigue siendo mi deporte favorito". Comenzó jugando en los juveniles del Ribadavia, siendo de aquellas el único equipo que tenía esa categoría en la comarca. Siempre fue central, "pero cuando estuvo entrenándonos mi primo José Luis González Fidalgo, que fuera gerente en el Compostela de Caneda, en algunos partidos me metía de delantero centro, pero toda mi vida fui defensa y con el "5" en la espalda, que era mi número fetiche". Foto: Óscar Pinal Ricardo González tenía 19 años cuando se fundó el Francelos y tras su paso por el Ribadavia Promesas, fue titular en el debut del equipo de su pueblo en la Tercera Regional, goleando al Berán (5-1). Menestra, Julio, Julio Dabarca, Pepe, Pepe Rouvelo, Puencho, Paco, Eduardo, Benigno, Enrique, Chicho, Nolis, José Manuel y Horacio estaban en aquel equipo. "Al año siguiente ascendimos a Segunda Regional y hasta hoy, que seguimos en Primera Galicia, no hemos vuelto a caer ahí abajo. Bien es cierto que la Segunda siempre fue nuestra categoría, ya que de aquellas era difícil mantenerse en lo más alto del fútbol provincial al jugar siempre con gente de la casa. Nunca se le pagó a nadie y los que eran buenos se fueron al Cortegada, donde llegaban a darle entre veinte y veinticinco mil pesetas al mes (120 euros)". La filosofía de no pagar sigue intacta hasta la fecha y de hecho de las 23 fichas del año pasado, "había 14 de Francelos, que es mucho para un pueblo pequeño de alrededor de 500 habitantes. Es un orgullo y creo que hay pocos equipos que lo puedan decir". Foto: Óscar Pinal De jugador a entrenador El actual presidente se retiró muy joven del fútbol: "Aún no tenía 30 años y la directiva me planteó entrenar al primer equipo, porque el que estaba cobraba muchos 'cuartos' y no podían tener ese gasto. También estuve con los juveniles. En la primera época eché cinco años y Martínez Cuíñas, siendo presidente, puso en el libro de actas tras la asamblea de final de temporada que me daban las gracias por dejar de jugar y ponerme a entrenar sin cobrar nada". Siendo aún jugador su afán de colaborar con el club fue constante "aunque por entonces no constara en el libro de actas como directivo". El Quins y la Copa En el 2004 Ricardo González pasa a presidir el Francelos, mientras se encontraba entrenando al Quins, algo bastante curioso y que el propio presidente se encarga de aclarar. "Me hacía ilusión entrenar allí porque era el pueblo de mi madre. Logramos ascender a Segunda Regional en la tamporada 2003/04. En el verano, como no había nadie que se pusiera al frente del Francelos, entre Paco y Javi, con quienes sigo, decidimos cogerlo. El otro problema fue buscar un entrenador, y como no aparecía nadie terminé siendo yo". Foto: Óscar Pinal Ese frenético 2004 iba dar paso a la temporada más feliz en lo deportivo, con la obtención del tercer ascenso a la Primera Regional y como broche de oro ganando la final de la Copa Diputación B ante sus vecinos del Ribadavia. "Se habían desplazado a O Couto dos autobuses del pueblo, más los aficionados que fueron en sus coches particulares. La mitad de la grada eran todas camisetas rojas. Nuestro patrocinador comprara 300 camisetas alusivas a la final, que se agotaron. Ese mismo día coincidió que teníamos la cena de final de temporada en el 'Oasis' y al llegar al pueblo nos recibieron en el bar con el 'We are the champions'. Fue algo emocionante y espectacular". Víctima del Covid-19 Cuando el fútbol provincial regrese, el Francelos afrontará su sexta temporada consecutiva en la Primera Galicia. "Creo que algo se está haciendo bien ya que por aquí pasaron muy buenos jugadores y entrenadores implicados, unos con más títulos que otros, pero le sacaron muy buen rendimiento. Ahora, con Juanjo Vilachá, un pedazo de técnico y temperamental como lo era yo, seguimos ilusionados". Ricardo González es cauto y de momento se imagina muy complicada la vuelta del fútbol. "Salvo mi hijo, he pasado el Covid-19 al igual que mi mujer, mis padres y mi cuñado. Esperemos que de aquí a septiembre o finales de julio o agosto que se empiece a entrenar y ver si es posible, con las vacunas, volver. Esos protocolos que pone la Federación Gallega a nivel regional son una cosa muy sencilla, pero para eso debe haber efectivos humanos para llevar un control. Es muy triste que por culpa de jugar un partido alguien se pudiera contagiar y a su vez algún miembro de la familia tuviera la desgracia de fallecer". Foto: Óscar Pinal En materia económica, el Francelos no tendría inconvenientes para solventar la próxima liga. "Nuestro presupuesto no es muy alto y la gente que nos ayuda está ahí todo el año. A nosotros nadie nos da 500 ni 1.000 euros por una publicidad en el campo, más bien nos aportan lo que pueden y con eso y la ayuda de los socios vamos tirando. Seguro que habrá otros clubes que lo tengan más difícil que nosotros". Antes de acabar la entrevista, Ricardo González recuerda la anécdota del nombre del campo de fútbol. "En aquel momento algunos querían llamarlo Outeiro y otros Valboa. En medio de toda esa discusión, una noche junto a otros dos amigos nos fuimos al campo y pintamos en el muro donde hoy está la grada el nombre de Valboa, que con el paso de los días acabó convenciendo a la directiva".