REPORTAJE

"La gente recompensa nuestra labor"

Abel Sánchez, a las puertas de su trabajo, en el CHUO (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Abel Sánchez, a las puertas de su trabajo, en el CHUO (MARTIÑO PINAL).
Abel Sánchez, defensa central del Maceda, lleva más de un mes sin tocar un balón y solo está pendiente de los pacientes

De pasar a defender los colores del Maceda, Abel Sánchez, enfermero desde hace siete años en el CHUO, se prepara cada jornada para dar lo mejor de sí contra un enemigo que mantiene a la población en vilo: "Al final tenemos que actuar y hacer lo mejor que podemos, aunque no tengamos los medios que debemos contar. Estamos  siempre en lucha con todo tipo de enfermedades ya sea en cirugía o donde haya que ir poco a poco".

A medida que iban transcurriendo las semanas, el defensor macedano puntualiza que "si en las grandes ciudades no hay suficiente material, aquí mucho menos y a veces estamos bastante expuestos. En los últimos días nos están diciendo que no usemos ni mascarillas en algunas plantas".

Abel no se encuentra en una planta en la que se estén los que han dado positivo en el coronavirus, "pero tenemos que ser precavidos porque cualquiera, incluso nosotros mismos, podemos ser portadores del virus. Hay que exremar las precauciones, como lavar las manos, poner mascarilla al estar en contacto con otro paciente, explicarle como debe hacerlo en casa...".

El defensor macedano no duda en afirmar que esta situación va para largo:  "Incluso después de abril, dependiendo de que sigan surgiendo casos y evolucionando la enfermedad. Por eso, la gente debe seguir colaborando quedándose en casa, otros que tengan que ir a trabajar, pero con más cautela. Esto demuestra que la gente ayuda y se conciencia, aunque siempre hay de todo. Aquí todos somos importantes, haciendo lo que podemos. Hay que tirar para adelante".

Entre las vivencias que Abel Sánchez recoge cada día recuerda una: "Con los pacientes que trato todos llevan mascarillas y guantes, pero había una señora que no sé si alguien se lo explicó mal o lo vio en algún sitio y aparte de lavarse las manos debía echarse lejía. Eso debe ser solo para limpiar superficies. Son bulos que la gente escucha y hablando entre ellos la gente mayor comete errores que al final es un riesgo para su salud. Alguno vino con la mascarilla colocada al revés".

Añora el fútbol

El jugador del Maceda está orgulloso de haber elegido esta profesión "porque realmente me gusta el trato con el paciente, ver que estás día a día con ellos viendo su evolución... Está claro que son personas agradecidas y eso, de alguna manera, te recompensa".

 Han pasado algo más de cuatro semanas desde que se paralizó la liga y Abel reconoce que echa bastante en falta los fines de semanas con fútbol, "pero ahora estamos a esto y desde luego el fútbol pasa a ser secundario, pero ya habrá tiempo para poder darle nuevamente al balón y disfrutarlo".

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