Alegría sí, pero euforia no. Esa es la sensación generalizada de los tres equipos ourensanos que entraron en el bombo de la Copa esperando por el “Gordo” y que se tuvieron que conformar con un “Primer Premio”. Va con la naturaleza inconformista que le dará más valor con el paso de los días a los rivales que tocaron en suerte. El Valladolid irá a O Couto para enfrentarse al Barbadás, el Almería a Espiñedo para jugar ante el Arenteiro y el último en salir, el rival del Ourense CF, será el Alcorcón.
El peor parado fue el Barbadás. Le tocará jugar en un campo que no es el suyo y el tirón del Pucela no dejará la taquilla que habría llegado con Atlético de Madrid, Sevilla, Athletic Club o Celta de Vigo. Pero cómo ponerle pegas a un partido de fútbol profesional en un club que se merece, por seriedad y solvencia, cualquier premio que le toque.
“No era lo que nos esperábamos, pero tampoco nos podemos quejar porque es un rival de Primera División. Vamos a tratar de competir la eliminatoria, a ver si los podemos eliminar aquí en nuestra casa”, comentaba Manu Blanco. Y el presidente del club azulón, Pablo Campelo recordaba que “es un partido para disfrutar, para que los jugadores y la afición disfruten de un partido histórico. Vamos a poner Barbadás en el mapa”. No piensa “en dar la sorpresa, sólo en disfrutar del momento”.
Poco después salió la bola del Arenteiro. En el Aparthotel Arenteiro se barruntaba el bombazo. Quedaban cuatro bolas y una de ellas era la del Atlético de Madrid, pero tocó la del Almería. Bajonazo de una segundo y aplausos justo después para una eliminatoria de la que tiene que presumir O Carballiño y que además permitirá a los aficionados soñar con la “machada”. “Cuando van saliendo las bolas y ves que aún quedan los mejores equipos te haces más ilusiones, pero al final el Atlético salió en la última bola. Evidentemente queríamos a un Atlético de Madrid, Sevilla o un equipo así, pero el Almería también es un club de Primera”, afirmó el jugador verde Manuel Romay.
En un sorteo que empezó con café de media mañana en Oira y terminó con gente comiendo la bola del Ourense CF fue de las últimas en salir. El Sporting de Gijón o el Deportivo de La Coruña eran los rivales que querían y tocó un Alcorcón con menos nombre, pero que invita a los de Rubén Domínguez a pensar en poder pasar la eliminatoria en O Couto. “Cualquier jugador está ilusionado con poder jugar estos partidos, si luego suena la campana y ganas, perfecto”, decía Jerin en el programa +Fútbol, en Telemiño.
