Remarca José Luis Míguez, Luisito, que los números del Alcalá, rival este domingo del CD Ourense en el estadio Virgen del Val, son de mitad de tabla desde que llegó el nuevo entrenador. Bien, en lo que va de segunda vuelta madrileños y ourensanos han ganado los mismos puntos, 13. De hecho, los alcalaínos se vieron a un paso de salir de las cuatro últimas posiciones hace un par de semanas, pero la derrota en casa contra el colista y el empate sin goles del sábado pasado en el campo del Rayo le han frenado notablemente.
Los mejores momentos de los de Antonio Acosta llegaron entre la jornada 23 y la 27. En esas cinco, los madrileños sumaron once de los quince puntos en juego. Después de un mal inicio de segunda vuelta, dos derrotas y un empate, los alcalaínos doblegaron al Oviedo en casa, igualaron en Fuenlabrada, derrotaron sucesivamente como locales a Sanse y Avilés y terminaron el ciclo igualando en Salamanca. Cinco partidos en los que rentabilizaron al máximo cuatro goles porque sólo encajaron uno. Sin embargo, cuando todo hacía pensar que iban a escapar del descenso se han quedado clavados. Especialmente dañina fue la derrota por 0-1 contra el CD Marino, colista y deshuaciado.
Quedan nueve jornadas y es ahora cuando los equipos que se juegan las castañas, por arriba o por abajo, se acuerdan de los aficionados. Los han tenido olvidados la mayor parte de la temporada pero ahora son conscientes que llenar el campo puede suponer un punto más. El Alcalá no es una excepción y para el domingo contra el Ourense prepara un bufandeo. Con entradas a tres euros, la intención es ocupar lo máximo posible las 8.000 localidades del estadio. Durante el descanso se hará un sorteo entre todos los participantes y se regalarán nueve balones firmados por toda la plantilla.
UN ÁRBITRO BALEAR
Crisis pero el árbitro designado para dirigir el partido deberá darse un buen tute. Más que nada porque Ripoll Solano está adscrito al colegio balear.
Quedan nueve jornadas y es ahora cuando los equipos que se juegan las castañas, por arriba o por abajo, se acuerdan de los aficionados. Los han tenido olvidados la mayor parte de la temporada pero ahora son conscientes que llenar el campo puede suponer un punto más. El Alcalá no es una excepción y para el domingo contra el Ourense prepara un bufandeo. Con entradas a tres euros, la intención es ocupar lo máximo posible las 8.000 localidades del estadio. Durante el descanso se hará un sorteo entre todos los participantes y se regalarán nueve balones firmados por toda la plantilla.
UN ÁRBITRO BALEAR
Crisis pero el árbitro designado para dirigir el partido deberá darse un buen tute. Más que nada porque Ripoll Solano está adscrito al colegio balear.
