Gran ambiente de play off en O Couto por la UD Ourense-Arosa: el bar (con “b”) nunca falla

Ánimos y lamentos de jugadores, afición local y seguidores visitantes, en un encuentro de ida emocionante. MIGUEL ÁNGEL
photo_camera Ánimos y lamentos de jugadores, afición local y seguidores visitantes, en un encuentro de ida emocionante. MIGUEL ÁNGEL
La tensión, contenida y sin contener, el calor y los líquidos marcaron un partido de fútbol con ambiente de play off en O Couto

Suele pasar en una eliminatoria a doble partido. Los 180 minutos pesan y, en el primero de ellos, se lleva más aquello de nadar y guardar la ropa. Lo intentó más y mejor la UD Ourense. Por momentos, agobiando a un Arosa que se asomó más en la segunda parte. Pero no sobró el fútbol. El campo, bastante seco, puso de su parte. No se secaron las gargantas de los aficionados. Los bares (con “b”, nada de “v”) del entorno de O Couto, a reventar. Calor, fútbol y festivo. ¡Menudo tridente!

En un día especialmente propicio para ellas, la “manifestación” rojilla se hizo notar desde mucho antes de arrancar el partido. Quedada en los aledaños para recibir al equipo, insuflar los primeros ánimos y entrar en materia desde ya. La sombra y el líquido elemento aparecieron como aliados ante un calor indigno de la inauguración de mayo y mucho más propio de mediados de julio. En el ambiente, esa tensión contenida propia de los play off ahora y de la liguilla en su momento. Ilusión con dosis de nervios. Esa mezcla que solo conoce el que la siente. Un veterano que buscaba su asiento ya acumula varias experiencias similares a sus espaldas. Para el novato de medio metro que se agarraba a su mano con la gorra bien calada era la primera.

Representación de Vilagarcía en la grada de Preferencia. Vinieron hace tres semanas en la liga regular. Ni sacaron la ubicación del GPS del coche y ayudaron a poner ese “salseo” necesario en un partido con tanto en juego. Al frente de la expedición, Luisito. Aplausos para el que fuera entrenador del CD Ourense antes de comenzar. Después, no hay amigos.

Cuando el balón empezó a rodar, combate nulo de primeras. La UD Ourense fue mejor a los puntos. Tuvo más y más claras, pero el doble rosco en el luminoso. Hubo pausa para la hidratación cuando demasiadas lenguas estaban asomando ya de la boca. Eso sí, llegó en el minuto 41. Poco más y les pilla en el vestuario. O en la ducha. Las cosas, sin prisa, claro que sí.

A la reanudación, más pausa. Una red “furada” en la portería. Nada que el mítico Paco no pueda solucionar en un abrir y cerrar de ojos con la afición volviendo a sus asientos con una o las dos manos ocupadas por un refrigerio.

No tardó en llegar un microinfarto con la amarilla al meta Ramón. Una de esas tarjetas que cambia de color según a quién preguntes y que hizo exclamar un suspiro de alivio a la parroquia local después de ese segundo de silencio tan típico en el fútbol justo antes de que pase algo.

El final del duelo dejó otro dicho futbolístico sobre la mesa. Lo que no has ganado en 80 minutos, no lo pierdas en 10. Alto el fuego no explícito y a pensar en el domingo, con la vuelta en A Lomba. Feudo de Manuel Abalo, presidente del club pontevedrés. Hubo lío con el partido acabado. En la zona de vestuarios, el mandatario fue a protestar al árbitro y acabó enzarzado con miembros del staff unionista. La cosa no fue a mayores. Sería el calor, que sube la temperatura de todos.

Y al salir, más bar. Había que reponer fuerzas. Las personalidades políticas salían a buen ritmo para preparar la inminente campaña. Los aficionados “rasos” pensando en lo que queda por delante. El domingo habrá alegría o tristeza. Mientras tanto, mejor pensar en que las cosas pueden salir bien. Es gratis y saludable. Es lo que tiene el tiempo de play off.

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