El Campus Ourense apretó los dientes para dar todo lo que tenían en su desplazamiento a Gernika. No fue suficiente para vencer. Los de David Monreal cayeron 53-30 ante el potencial del rival, que luchará por el ascenso, y también ante la colección de contratiempos que están sufriendo esta temporada.
Con solo cuatro suplentes debido a la múltiples bajas, los ourensanos se plantaron en uno de los campos más complicados de la categoría. Comenzaron agarrándose al partido con uñas y dientes. Transcurridos diez minutos, perdían 10-6, con momentos de buen rugby.
Pero la recta final del primer tiempo y el arranque del segundo fueron decisivos para que el Gernika se distanciase en el marcador. Una renta que después sabrían dosificar.
El alto ritmo de juego, las alternativas desde el banquillo y la mayor frescura impulsaron a los locales ante un Campus que dejó un buen nivel ofensivo cuando tuvo oportunidad. No es nada sencillo anotarle 30 puntos al segundo equipo que menos encaja del grupo.
Pero ese intercambio de golpes no sirvió para intentar amenazar con la sorpresa. Después de una mañana de puro rugby, el Gernika se llevo la victoria por ese 53-30.
A pesar del tropiezo, el Campus mantiene la tercera plaza en la clasificación. La próxima semana la División de Honor B se toma un respiro. Siete días después, los ourensanos recibirán al Gaztedi. Veremos donde. Un partido para recuperar efectivos e intentar regresar a la senda de las victorias a pesar de los contratiempos.
