Houston, en Ourense sin problema

2020041900175148623
El jugador del COB Alfredo Ott analiza su confinamiento, recién casado y con la pintura como mejor aliciente para descontar las horas de regreso a la normalidad

Alfredo Ott pasa el confinamiento en Ourense  entre pinturas, series, libros y documentales. Un jugador de baloncesto con inquietudes que le permiten llevar esta situación "bastante bien, la verdad. No tengo mucho agobio ni me aburro". Otra historia es su mujer (Lindsey). Se casaron en enero en Estados Unidos y se vino a acompañarlo hasta final de temporada: "Para ella es un poco más complicado, aunque poco a poco está mejor y más tranquila". Para ella "la meditación" es la válvula de escape. "Eso y el café", bromea.

Lo más importante es que "estamos todos bien, nosotros y nuestras familias". La de Alfredo en Nueva Orleans y la de Lindsey en Houston. A partir de ahí todo es más fácil de asimilar. 

Alfredo lleva 13 años en España y los dos últimos en Ourense: "Estoy muy cómodo aquí. No me iría a Estados Unidos aunque pudiese. El club está muy pendiente de nosotros. El presidente, el gerente, los médicos... confío plenamente en ellos y eso se lo transmito a mi mujer".

En su "otra casa" la situación no es mejor: "Vemos mucho la CNN y televisiones y prensa internacional. En Estados Unidos tienes la sensación de que sabían mucho más de esto mucho antes, en enero o en febrero, y no hicieron casi nada para evitarlo. Aquí también han tardado demasiado en tomar medidas". Aunque reconoce que "no podía esperar algo parecido a esto. Quizá algunas medidas duras en la calle, nosotros jugar algunos partidos a puerta cerrada y cosas así, pero nada tan grande como esto".

"Conozco a mucha gente", comenta sonriendo. Así empieza a la respuesta a lo que habla con otros jugadores y conocer cómo lo pasan en otros países: "Mike (Carlson) estaba jugando en Italia y se vino con su novia a San Sebastián, Zimmy (Nwogbo) está en Francia... Todos estamos más o menos igual. Las mismas dudas, la misma situación... todos en casa".

En la suya la retahíla de tareas ayuda a entender porqué decía eso de no aburrirse. Empezando por la pintura, la más reconocida en un jugador que ha hecho exposiciones, también en Ourense: "Ahora tengo más tiempo. Lo único que ha cambiado es que pinto más y termino más obras. El estilo o los colores no cambian con esta situación". Y añade: "Es cierto que pruebo algunas cosas nuevas y que a veces mi 'arte' es una pequeña montaña rusa, pero sobre todo hago abstracto, animales, retratos y baloncesto".


"No quiero retirarme así"


De su deporte y su profesión ahora solo le queda "entrenar en casa todos los días y lo poco que puedo en un piso pequeño". Pero si algo tiene ahora más claro todavía es que "no me gustaría retirarme de esta forma. Quiero jugar un año más, por lo menos". Y reconoce que le encantaría que fuese en Ourense: "Tengo un muy buen feeling en este club y en esta ciudad".

Deporte y pintura. Pero hay más. La cocina no entra en el listado: "Cocino yo, pero aquí sí que no hay arte (reconoce riéndose a carcajadas). Mi comida es más de supervivencia que de disfrute".


Recomendaciones para el encierro


El listado de aficiones se extiende por otro lado. Empezando por la televisión: "Vemos series, bastantes". Su recomendación sirve a los abonados de alguna plataforma: "Ozark nos ha gustado bastante". Pero más todavía que a las series es un gran aficionado a los documentales: "Hay muchos muy buenos, pero me quedo con 'Planet Earth'". La lectura para acabar: "The World That Made New Orleans". Tiempo hay para valorar los gustos de un jugador completo en la cancha e interesante fuera de ella.


"En Estados Unidos no tengo seguro, sería muy complicado"


La sanidad en Estados Unidos es muy diferente a España. Alfredo Ott reconoce que "si tuviese que ir ahora a Nueva Orleans o a Houston (donde vive la familia de su mujer) sería complicado para mí". Y lo explica: "Vivo en España diez meses al año y por eso no tengo seguro médico en Estados Unidos. Allí hacerte el test es relativamente sencillo y cuesta 200 o 300 dólares, en función de donde vivas. Incluso en algunos sitios es gratis. Vas con el coche y te lo hacen al momento". Pero otra historia es ser paciente si tienes la enfermedad: "Ahí ya depende del seguro que tengas y de lo que te cubra, pero es mucho más caro. No sabría decirte precios, pero es realmente caro estar cubierto es una situación como esta".

Te puede interesar
Más en Deporte local