Iván Cabrera, defensa del Pabellón: “La salvación es posible”

El defensa central del cuadro pabellonista Iván Cabrera, ayer en el campo Miguel Ángel
photo_camera El defensa central del cuadro pabellonista Iván Cabrera, ayer en el campo Miguel Ángel
El regreso de Iván Cabrera a los campos defendiendo al Pabellón fue agridulce, marcó un gol y luego fue expulsado 

El defensa Iván Cabrera Trigo (13-8-1984) se enfundó en la última jornada la camiseta del Pabellón, cinco años después de su última etapa en el Antela. Frente al Sporting Carballiño regresó a los campos, marcó el gol del empate y posteriormente vio la tarjeta roja, aunque para él la expulsión fue injusta: “Con los años que llevo jugando al fútbol no me sorprende nada, porque hay cosas que no puedo soportar en un campo. Todo sucedió en una jugada aislada cuando regresando hacia la defensa me soltaron un puñetazo en la mandíbula y me fui hacia él, lo agarré del cuello, lo empujé y dio volteretas. El árbitro no vio lo suyo, pero sí lo mío y me tuve que ir. Analizándolo ahora, con más paciencia, sé que al final me equivoqué”.

El central pabellonista reconoce que “lo que me llevó a volver a jugar es el hecho de estar muy unido a la entidad. Mi hijo mayor ya juega allí desde los cuatro años e insistió en que volviera porque no recordaba verme jugar, también insistió mi hermano, que entrena en la base al benjamín, tras su etapa en las escuelas de Xinzo. Además, Cristian “Pancho” y David Carnero me pidieron que les echara una mano.  Es un reto, me encuentro bien físicamente y por qué no intentar salvar al equipo”.

Tomando en cuenta que su profesión es la de bombero, “procuraré, por lo menos, estabilizar el fuego para que no se propague, aunque ya se ha encendido una llama en este primer partido, porque como sean todos así…” En todo el tiempo que lleva con el equipo ve “un grupo muy entregado y hay jugadores que tienen potencial, pero la edad media es extremadamente joven. Todo es mejorable y ellos entrenan con mucha ansiedad y ganas, pero hay que tener un grado de experiencia y ninguno había jugado en Primera”.

La permanencia

El Pabellón, tras caer en O Carballiño, ocupa en estos momentos el penúltimo lugar de la tabla, pero aún confía en que la salvación aún sigue siendo posible: “Están cuatro o cinco equipos en dos o tres puntos, pero también hay que contar con los posibles arrastres, además de los tres descensos directos. La mentalidad es la de tratar de salvar al equipo como sea, por eso me sumé a esto entrenando como el que más y con la ilusión de un chaval”.

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