La segunda edición de la marcha cicloturista reunió a medio millar de participantes en una jornada que se dividió en dos pruebas de distinta longitud
Ni la lluvia, ni tan siquiera el frío (que respetaron durante parte de la jornada) fueron impedimento para que medio millar de aficionados al ciclismo se dieran cita en las inmediaciones el Hotel Balneario de Lobios para participar en la segunda edición de la Ourense Strade Termal.
La prueba, una marcha cicloturista no competitiva volvió a convertir a la localidad del sur de la provincia en el epicentro del ciclismo ourensano, con un pequeño cambio sobre el planning inicial.
Debido a la amenaza del mal tiempo, el gran fondo fue suspendido, pasando todos los participantes al medio fondo. A las nueve y media de la mañana, los ciclistas iniciaron sus recorridos, con una caravana que llenó de color a la localidad de la Baixa Limia.
Aunque la cita no era competitiva, todos los participantes recibieron un tiempo neto que se publicó en una clasificación no oficial de las dos pruebas, solo para la valoración propia de las marcas realizadas.
Con abundante público durante varios puntos del variado recorrido, que llevó a los participantes a visitar Portugal, la línea de llegada se convirtió en una fiesta con los primeros participantes. Cuando todos estaban ya en las instalaciones del Hotel Balneario de Lobios de Caldaria se produjo una comida de confraternización que puso el punto y final a la jornada.
