HISTORIAS DE PRENSA Y RADIO

El Método Bermello

berme
photo_camera Una acción del partido entre el CDO y el Finisterre. A José María Negrillo le pareció que el Finisterre era más equipo de lo que decíamos en el periódico.

Que en las tertulias de café se hable de fútbol es normal. Pero del otro, del grande. El nuestro, el pasado, va quedando en el recuerdo. Más o menos amable, según los casos.

Que en las tertulias de café se hable de fútbol es normal. Pero del otro, del grande. El nuestro, el pasado, va quedando en el recuerdo. Más o menos amable, según los casos. Era en El Puente, y en el 'Milmañas', en la que forman casi a diario al lado de la entrada. Pude escuchar a José Luis Bande, que fue todo un experto en directivos:

-Para min, o Bermello foi o mellor presidente. Sen duda. E coñecín a bastantes.

Yo estaba de acuerdo. Si acaso, colocando al lado, de cerca, a Florencio Alvarez. También hombre de empresa, acostumbrado a mandar. A dirigir.

En el año ochenta

Logramos- lo explicamos semanas atrás en esta misma serie-, que Jorge Bermello Fernández se hiciera cargo del Ourense en 1980 tras las etapas de Docabo y Ribao en la que el Club Deportivo Ourense estaba virtualmente desaparecido. Pero no lo hizo como presidente de una directiva, si no de una gestora. Ni siquiera cuando pudo asegurarse de la realidad de las cuentas.

Era necesario contratar jugadores y dio preferencia a los que estaban en aquella triste casa, que iban a continuar. Les pidió que colaborasen para poder hacerlo “perdonando dinero” de la cantidad que se les adeudaba. Es decir, que eligiesen entre “algo de todo o todo de nada”. Y luego, dar ese pago por bueno, de conformidad ante la Federación. “Confiad en nosotros, lo que os prometamos, os lo vamos a pagar, seguro”.

Una labor tan espinosa como aquella había que lograrla con la ayuda de un grupo de expertos en materia. Y eligió a un nutrido grupo de ourensanos de personalidad probada y con conocimientos deportivos.

Generar dinero

El primer paso ya estaba dado. Al grupo que negoció con los jugadores, se unió otro para buscar socios. Que explicasen las dificultades ourensanistas. No se habían inventado los ingresos atípicos, la publicidad, el “maná que caía del cielo”, vamos, las subvenciones. Había que fabricarlo todo. Fue cuando aparecieron “las cuotas de socios para varios años” pagando recibos adelantados. Y, con el tiempo, llegaría esta Junta a suscribir con Coren un contrato por tres años a razón de cinco millones de pesetas por año. O sea, quince.

Amigos de Villar

Otra de las primeras gestiones que se hicieron fue apostar por llegar cerca del poder. Se anunciaban cambios en la Federación Española y Bermello y Cía apostaron por Villar, asesorados por Paco Paz y Cachaldora. Y acertaron. Reunieron a los federativos y gentes con voto a las Elecciones que estaban al caer en un mitin del candidato en el 'Martín Fierro' de uno de ellos, Ovidio Fernández. Y tan pronto ganó Villar no dejaron de insistir en su amistad hasta conseguir que Ourense fuera escenario de un España-Holanda sub 21, con jugadores que luego serían figuras europeas y que acabaría dando dinero. No se supo cuanto. Pero fue bastante.

Negrillo, irónico

Bermello tuvo la suerte de encontrar dentro de lo que queda del Ourense arruinado a un personaje comodín que le daba a casi todo: José Ricardo Fernandez Rodríguez. Lo metió a entrenador.

J.R. y sus muchachos hacían lo que podían, pero bien es verdad que hasta el quinto partido no lograron marcar el primer gol y para eso, conseguido por Nolis, que era defensa. Ganaron al Lemos de Monforte (4-0).

Cuando la cosa mejoraba, pensaron que sería bueno traer e un entrenador que sonase y volvieron a llamar a José María Negrillo. Lo malo fue que el Ourense tampoco con el sevillano acababa de pitar. Y, además, hasta el técnico se enfadó conmigo y no se lo tomé a mal, porque soy así. “Fuimos a jugar a Finisterre –decía en mi programa de radio- y yo leyéndote en La Región, pensaba que íbamos a jugar contra un grupo de marineros que iban a saltar al campo con sus impermeables, sus boinas y botas de pesca, sus redes en la mano y nos encontramos con unos jóvenes que jugaban muy bien al fútbol, y a pesar de todo les ganamos”. (0-1, Pastor).

Hasta que llegó Mario Guede

Bermello aprendía rápido porque estaba atento a todo. A Negrillo le sucedió Manolín y a este, Agapito Viñas, con el que se logró el ascenso a Segunda B. Pero no le renovó porque ya estaba convencido que la solución era otra: subir masivamente al formidable equipo de chavales que había abajo, pero con su entrenador incluido, Mario Guede. Y a los Hortas, Vila, Quecho, Toñito y Montoto, unieron a Lito, Manolito, Ares, Tino, Modesto, José Luis, Nolis, Alfredo, Urbano,Nando Quino, Toño Rivas, Bericat, Mugüerza, Neira, José Ramón, A. González...

Lo que faltaba por ver y oír

El Ourense estrenaba terreno de juego en Segunda B en el año 1984. pero no podían pisar el campo hasta avanzado octubre. Lo acondicionaba el dueño, la Xunta de Galicia. Bermello lo solucionó “llevando el futbol de Segunda B y sabiendo vender el articulo”, a A Moreira de Xinzo con el Sporting Atltético; a Ribadavia con el Andorra de Teruel; a Balaídos con el Pontevedra –menudo éxito, cuatro millones de taquilla- y también a Vigo con el Alavés donde conocíamos a Manolo Preciado. Cuando, al fin, aparecían con el quinto partido estrenando el Couto contra el Burgos, Bermello y su grupo ya tenían cubierto el presupuesto de toda la temporada. Habían recaudado 22 millones en dos meses.

Y os digo más. Cuando llegó el primer partido de la segunda vuelta, con el Binéfar de Huesca, entrevisté en la radio a Francisco Águeda, presidente del Binéfar, que me dice ”voy a Ourense de buena gana porque quiero hablar con mi amigo Bermello”. Le digo “no don Francisco, Bermello lo deja, quieren hacerlo Alcalde de Ourense y se fue”. Calla unos segundos y me suelta “Joder, qué listo es este Bermello, cuando está en lo alto, se va. Otros, en su misma situación, no lo hemos hecho y ahora estamos enganchados por… y no podemos salir”…

Estas son las cosas que tiene el fútbol.

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