FÚTBOL | TERCERA

Monólogo rojillo en O Couto

Rubén Durán. UD Ourense - Boiro
photo_camera El capitán rojillo Rubén Durán pelea por una pelota con un jugador contrario.
UD Ourense
UD Ourense
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Boiro
Boiro

No hubo color. La U D Ourense regresó a la senda de las victorias de la mejor manera posible. Ganó por 2-0 al Boiro dejando una buena imagen y un montón de ocasiones para haber tenido un marcador mucho más abultado, pero la actuación del portero visitante Rodri, evitó que los boirenses salieran goleados de O Couto.

Y es que desde el primer minuto ya se vio la diferencia de unos y otros. Cierto es que el Boiro tiene buenos peloteros, pero cuando tienes enfrente a jugadores con hambre y que encima tienen calidad, la situación se complica demasiado.

Así fue. Solo que no contaban con que Rodri hiciera el partido de la temporada. Eso seguro, ya que si firma todas las semanas actuaciones como la de ayer en O Couto no estaría jugando en el Boiro. Por mucha amistad que le una con el presidente-jugador Changui.

La cascada de ocasiones comenzó a los doce minutos con un remate de Hugo en el primer palo que se fue fuera por poco. A los 14, Arce vio como se las gastaba el meta visitante ya que envió su remate a córner. Antes de la media hora, una de Hugo que para Rodri y dos consecutivas para Arce y Viytes que volvió salvar el meta.

A los 32 minutos el Boiro se quedó con diez por expulsión del defensa Pablo Vidal, aunque no puede valer como excusa para los visitantes ya que la UDO era dominadora antes y lo siguió siendo después de ese lance.

En la segunda parte continuó el monólogo ourensanista. Solo que con mucho mejor premio. Al primer minuto, enésimo desmarque de rotura de Hugo García que acabó siendo derribado por un defensor cuando se disponía a rematar. Rubén Durán allanaba el camino al transformar la pena máxima con frialdad y clase.

Con el partido encarrilado, el guión no cambio nada. Siguió la pelea de los rojillos contra el engrandecido meta visitante Rodri. Salvo dos manos a manos, evito dos remates con marchamo de gol y envió a saque de esquina dos remates envenenados. Todo hasta que de nuevo apareció la genialidad. Un balón colgado al borde del área lo bajó Rubén Durán con el pecho y se la dejó botando a Hugo García, que no dudo y empaló una volea que, pese a la estirada del portero visitante se coló en la portería significando el 2-0.

Aunque el partido estaba resuelto, pudo llegar el tercero, pero no era la tarde para disfrutar de una goleada. Lo mejor. Regresar a la victoria tras cosechar la primera derrota en el Barco y la buena imagen dada por todo el equipo que sigue sumando puntos al ritmo de los grandes, pese a que Currás sigue pidiendo calma y tranquilidad.

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