El Ourense Envialia disputó su primer amistoso de pretemporada. Fue en Cervo (Lugo), con el campeón Burela como rival, con victoria para las de A Mariña por un contundente 6-1. Demasiado rival para empezar, no solo por el potencial del equipo lucense, sobre todo por el rodaje: tres semanas lleva entrenando el equipo de Morenín y mes y medio el campeón.
El técnico ourensano quería dar minutos a todas sus jugadoras y tampoco lo logró. Chiky, con molestias físicas, no pudo jugar, lo mismo que Carmen, y entraron en las rotaciones menos de lo deseado María Arias y Andrea Feijóo. Por si fuera poco, Judith Pedreira dio el susto. En el inicio de la segunda parte se sintió indispuesta, con dificultad para respirar, y fue trasladada a un centro médico para realizarse unas pruebas, donde quedó ingresada.
Mientras tuvo fuerzas, el Envialia jugó a un nivel más que aceptable. Le sirvió para adelantarse con un gol de Andrea Feijóo en el minuto 12 y para malgastar tres opciones para ampliar la distancia, con dos palos y un doble penalti que no convirtió Laura Uña.
Peque, trigoleadora ayer, anotó el empate en el minuto 16 y entonces el conjunto ourensano se desinfló. Cilene, uno después, hizo un golazo para adelantar al Burela y Jenny convirtió el 3-1 en el último minuto de un primer tiempo que se cerró con un doble penalti de Jenny Lores para el Envialia, sin fruto.
"El equipo estuvo bien hasta el 1-1. Logramos igualar la intensidad de un equipo que lleva casi ocho semanas entrenando. A partir de ahí, ellas fueron superiores y en la segunda parte estuvimos corriendo detrás suya", destaca el técnico Morenín.
Otros tres goles anotaron las lucenses en la continuación, dos de Peque, el cuarto y el quinto en el 23 y el 34, mientras que Danny cerró la cuenta en el 38 hasta el 6-1.
"Es un amistoso, no teníamos pensado ganar la liga en un amistoso. A nivel defensivo no estuvimos bien, necesitamos subir un peldaño más, pero enfrente teníamos a un rival muy exigente".
El siguiente test, el sábado en la semifinal de la Copa ante el Poio.