Soto, presidente del Nogueira, aún no decidió si el equipo ocupará la plza de preferente
El Nogueira sigue inmerso en los festejos por el flamante título de liga en Primera autonómica y el consiguiente ascenso a Preferente, algo que aún su presidente Raúl Soto no ve claro. "El viernes tendremos una cena despedida de la temporada y de fiesta por lo alcanzado pero ya estamos trabajando en la posibilidad de ascender para ver como acaba todo. Cambiar de categoría es un paso demasiado importante y así como otros años teníamos claro que no íbamos a ascender en esta ocasión no lo tenemos tan claro, al menos nos lo estamos planteando".
Es la segunda temporada consecutiva que se le presenta esta disyuntiva al Nogueira. A su decisión estará muy atento el Arenteiro, que se quedó a las puertas y podría coger esa plaza en caso de quedar vacante. "Queremos sentarnos los directivos, que somos cinco, y entre todos valorar ya que la gran mayoría de la plantilla quiere ascender, quiere probar el nivel competitivo de la Preferente. También nos fastidia -comenta Raúl Soto- no poder ascender aunque depende de si podemos aumentar el número de miembros en la directiva para tener un organigrama más completo y más sólido porque para estar en Primera era suficiente aunque para ir a Preferente hace falta algo más".
Los plazos
Lo económico, si bien es un aspecto prioritario para el mandatario del Nogueira, asegura que "presupuesto no tenemos mucho para donde ir, evidentemente sería algo superior pero el tema económica no sería el problema. Es un poco más complicado el sistema operativo del club contando con alguien más en la directiva".
Raúl Soto quiere que "los días que quedan de esta semana sean para terminar de degustar el gran año del equipo en la Primera autonómica, por eso después de pasar estos festejos y jornadas de ambiente distendido habrá que valorar un poquito más en frío las posibilidades que haya para la semana que viene tenerlo mucho más claro y decidir. A los directivos nos gustaría ir a la Preferente autonómica pero hay que pensar que cada uno tenemos nuestras ocupaciones y al final la vida privada está por encima del fútbol".
