BALONMANO

O Consello ya mete miedo con una goleada local

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photo_camera El jugador ribadaviense Nicolás González consigue batir al portero del Rasoeiro Adrián.

El Carnes do Ribeiro mantuvo su racha positiva tras superar al Rasoeiro en un partido que dominaron de principio a fin (36-30)

Un mes de competición le ha servido al Carnes do Ribeiro Ourense Provincia Termal para saber que cada punto en Primera Nacional hay que trabajarlo a pico y pala. Cuando mejor estás jugando, puede haber un bajón que dé al traste con el trabajo realizado. O al revés. Cuando parece todo perdido puede llegar la reacción. Lección que los amarillos pusieron en práctica ante el Rasoeiro. Un inicio demoledor, cabeza fría cuando el juego se atascó e, incluso, un final para disfrutar delante de sus aficionados. Porque O Consello jugó su papel para que los de Ribadavia superasen con claridad al Rasoeiro de O Grove (36-30).

Segunda victoria seguida, tercena jornada sumando. Buen balance para un recién ascendido que está tomándole el pulso a la competición de forma notable.

Los hombres que dirige Berto Miguélez hicieron de la intensidad su tarjeta de presentación para desarbolar a los visitantes. La defensa robaba, la portería paraba (los tres metas respondieron en los 20 minutos que jugó cada uno) y el ataque funcionaba a las mil maravillas con Nicolás González y Mon al frente. Incluso no acusaron una inferioridad y se coloran mandando 7-2 tras lo primeros diez minutos.

Fueron los mejores momentos de los locales, donde lograron una renta que sería decisiva. El portero del Rasoeiro no tenía su tarde, y no pudo evitar que la distancia se ampliase hasta el 12-5 al cuarto de hora de juego.

Sin embargo, en el tramo final de la primera parte el guión cambió. El portero visitante empezó a parar y la maquinaria del Carnes do Ribeiro se resintió. Era el momento de mantener la calma, incluso con el 16-15 en el luminoso. Los amarillos sacaron carácter y lograron rehacerse para irse al descanso con un 18-15 que hacía más justicia a lo visto sobre el parquet.

En el segundo acto, la goma se volvió a estirar. Las alternativas de los ribadavienses (con momentos de 2/4 en ataque) eran demasiado para un Rasoeiro que vivió en sus carnes el más difícil todavía: su único portero se lesionó en una acción fortuita. Lo intentó, pero le tuvo que sustituir un jugador de campo (con muy buenas maneras).

El marcador reflejaba un 22-17 en ese momento. Los hombres de Berto Miguélez supieron gestionar bien los minutos finales. No pasaron apuros y hubo reparto de minutos. Los de O Grove dejaron de creer y la afición comenzó a celebrar el primer triunfo del curso en casa gracias al 36-30 final.

Una alegría para un cuadro amarillo que gana enteros con el paso de las semanas. Ya saben la fórmula a seguir y ahora recuperan efectivos. Todo para seguir creciendo.

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