El Ourense CF se dio un festín

Partido sin color. El Ourense CF goleo por 5-0 al Ribadumia en el duelo más cómodo que tuvieron esta temporada los jugadores de Fran Justo, que fueron superiores desde el primer al último minuto y en el que el portero pontino Diego García fue un espectador de lujo sobre el césped.

El encuentro tuvo muy poca historia. Lo que tardó Iago Beceiro en marcar el primer gol a los 18 minutos. Antes, algo de igualdad, con más intensidad del lado ourensano, que intentaba llevar el peso del partido. Aunque a favor de los pontevedreses se puede decir que en todo momento intentaron jugar el balón y rara vez utilizaban el pelotazo. Algo que es habitual en los equipos que entrena Lois Carro, aunque en esta ocasión le salió bastante mal.

Total, que a los 18 minutos llegó el primero. Iago Beceiro fue más listo que su defensor, porfió una pelota que acabó llevándose y definió con clase ante Expósito. Sin tiempo casi a reponerse llegó el 2-0. Pase en profundidad de Pablo Pérez que Martín Lamelas aprovechó para supera a Expósito.

Solo se llevaba media hora de partido, pero esté ya estaba muy encarrilado. Antes del descanso pudo llegar el tercero tras una buena triangulación entre Rober, Lamelas y Beceiro, con remate final del coruñés que sacó un defensa cuando el balón ya se colaba en la portería.

Quedaba por delante la segunda parte, pero todavía tuvo menos historia. Fran Justo movió el banquillo y puso sobre el campo a Edu Otero, que fue decisivo. Llevaba cuatro minutos sobre el campo cuando en el minuto 59 hizo el 3-0, y solo cinco minutos más tarde peleó por una pelota que había rematado Bruno Pascua y salvado un defensa para hacer el cuarto y dejar el partido sentenciado.

Corría el minuto 75 cuando otro de los cambios ourensanos, el delantero Raly Cabral, se marchó por velocidad de la defensa del Ribadumia y cuando se disponía a rematar fue derribado. Claro penalti que se encargó de materializar Rober para, tras engañar al portero visitante, poner el 5-0 en el marcador.

Y aún pudo haber sido peor, pero un nuevo remate de Raly Cabral y una ocasión muy clara para Edu Otero no encontraron portería.

Así que un partido muy cómodo para un Ourense CF que aleja fantasmas, se sitúa en la zona media de la clasificación y encadena cinco jornadas sin perder -tres victorias y dos empates- y ya empiezan a ver las cosas de otra manera muy distinta a la de los primeros partidos de competición. Aunque también es cierto que lo fácil que se lo puso el Ribadumia no le va pasar en muchas otras ocasiones.