El Ourense CF regresó de vacío de su viaje a Santiago luego de perder por 2-1 ante el Compostela, en un partido en el que no fueron peores, pero que dos graves errores defensivos y la falta de eficacia en las ocasiones que tuvieron les condenaron en demasía.
Tras los primeros minutos de tanteo la primera ocasión fue para los ourensanos. Saque de esquina de Rubén Sánchez que remata en el segundo palo Tiago Rodríguez, pero salvó Pato Guillén en dos tiempos. Del 0-1, al 1-0 en 30 segundos. Saca el portero del Compos, controla Jordán Domínguez en el medio campo, busca a Mario Rodríguez a la espalda de Ebuka, que perdió la marca y tras superar a Marqueta hace el 1-0. El gol dejó tocado al equipo de Rubén Domínguez, hasta que el técnico cambio el sistema y paso a un 5-3-2 que volvió a meterles en el partido. Avisaron con dos remates de Dani Salas y Chistian Molina, el primero se fue alto y el segundo lo detuvo el charrúa Pato Guillén. Y en el 39 la mejor ocasión. Hugo Sanz cede desde la izquierda para Gabri Palmás que al borde del área se revuelve y saca un derechazo que devuelve el larguero de la meta santiaguesa.
La fortuna que no tenía el Ourense CF estaba del lado del Compostela, eso sí con las ayudas de la defensa ourensana. Comienza la segunda parte y a los tres minutos nuevo mazazo. Y jugada repetida del 1-0. Otra vez Jordan Domínguez que filtra para Mario Rodríguez que se va por velocidad y supera con clase a Marqueta que se desesperaba con los suyos.
El Compostela ya tenía el trabajo hecho y se tiró atrás a defender su renta. Rubén Domínguez movió el banquillo con tres cambios y el equipo lo agradeció y tuvo más mordiente, pero acierto el mismo. Antes del acoso ourensano, aún hubo otro regalo, que por suerte no acabó en el tercero de los locales. Saque largo de Pato Guillén, la defensa se la vuelve a comer y esta vez Mario Rodríguez no acertó a superar a Marqueta que le ganó la partida.
Llego el 2-1 en el 66 que le dio vida al Ourense CF. Amín se fue por banda, dio el pase de la muerte y Pablo Crespo marcó en propia puerta. De ahí al final, empuje y poco más. Con eso no llega y más si regalas dos goles.
