El árbitro detuvo el partido para que los jugadores se refrescasen y bebiesen un poco de agua. Era el minuto 30 y si hubiese hablado con los dos equipos es posible que ambos pactasen ya el final. El Ourense CF porque ya habían resuelto el encuentro y el Rápido de Bouzas porque no tenía nada bueno que sacar en este desplazamiento.
A la media hora el Ourense CF había firmado un despliegue de fútbol para ovación cerrada. Un dominio absoluto del partido tanto en la presión y la recuperación como en el juego de ataque. Un recital de ocasiones, solvencia y efectividad complicado de ver en una categoría tan igualada.
Después de tres jornadas solo dos equipos (Compostela y Arzúa) han marcado más de cuatro goles. El Ourense CF los llevaba este domingo en media hora.
El festival empezó con los bolsas de pipas aún sin abrir. A los tres minutos un córner terminó en un remate lejano de Germán Nóvoa sin mucho peligro que Lamelas convirtió en una asistencia. Control con el pecho, media vuelta y golazo (1-0).
Cinco minutos después, otro. Contra por la banda derecha y ahí Willian no tuvo competencia. Hay que ver si la tiene en la categoría. El brasileño recorrió el campo, Adri Castro le prolongó la jugada y dentro del área el lateral fusiló a un portero que pudo hacer más (2-0).
Lamelas repitió en el minuto 19 con un equipo ya desatado. Las llegadas eran constantes y las sensaciones del Rápido de Bouzas complicas de empeorar. Un pase en profundidad y Lamelas definió impecable con el exterior del pie izquierdo al poste derecho (3-0).
Antes del refrigerio llegó la sentencia de un partido que estaba decidido bastante antes. Portela se sumó a la fiesta remachando un córner que la defensa viguesa no supo defender ni en la prolongación al primer palo ni en el remate decisivo en el segundo (4-0).
En medio de los dos últimos tanto el Rápido había tenido su única ocasión tras un despiste defensivo que Edu Otero, que jugaba contra su ex equipo, no supo aprovechar. En el mano a mano, encimado ya por Portela y Germán, remató al poste izquierdo de Diego.
Sobró todo lo demás
La hora que quedaba no aportó mucho. El partido se pareció más a una cita de pretemporada que una jornada de liga con exigencias que destacar. Los pontinos bajaron marchas y los visitantes pudieron respirar algo más en un centro del campo sin color. Pese a todo la goleada creció y pudo ser mucho mayor con un poco más de puntería en los jugadores de refresco que introdujo Fran Justo.
Iker Revuelta, Antón Concheiro y Wadir reclamaron minutos en un equipo con un fondo de armario que lo obliga a ser ambicioso. Los tres tuvieron oportunidades para marcar y dejaron buenos detalles para tener continuidad.
Dos goles más
Pero el último gol del Ourense CF fue para Adri Castro. Otra gran jugaba combinativa que acaba con un pase de calidad de Renan que Castro no perdona (5-0).
El de la honra llegó en el minuto 73 tras rematar Edu Otero al poste y empujar el rechace Fran Martínez a la red (5-1).
Un cabezazo de Iker Revuelta cerca del poste, un remate demasiado flojo de Wadir casi a puerta vacía y todos a la ducha. El Rápido con mucho que reflexionar si no quiere sufrir cada domingo. El Ourense CF convencido de que puede estar en los mejores de la categoría si no se lo cree, pero cree en ello. Ahí está la clave. Por ahora en casa mete miedo por juego, físico y goles.
