Pese a haber sumado un punto de seis posibles en los últimos dos encuentros, el Barbadás continúa como líder sólido de la clasificación y con una renta de nueve puntos con el Atios, tercer clasificado, y el que marca la zona de no ascenso. Uno de los jugadores más utilizados por el técnico azulón Agustín Ruiz es Pablo Parrilla (Ourense, 2003), que tan solo se ha perdido un partido en toda la liga y por acumulación de amarillas.
El “6” del Barbadás analiza los últimos dos pinchazos y tiene claro que “es una burrada lograr diez victorias seguidas y obviamente sabíamos que iba a llegar el momento de no ganar, algo que es normal es una categoría tan igualada como la nuestra. Perdimos en Arnoia, un campo complicado, con mucho segundo balón y en donde ellos estuvieron más acertados que nosotros de cara a puerta. Ante el Pontellas no pasamos del empate sin goles y la verdad es que fue un partido difícil con muy pocas ocasiones, tal y como se refleja en el resultado. Hay que reconocer que esta vez no hicimos mucho para poder ganarles. Si no podemos ganar, hay que sumar de uno y la pena es que el Atios nos recortó dos puntos, pero aún lo tenemos a nueve”.
A nivel global de la temporada, Parrilla es consciente de que “los números que llevamos hasta ahora son muy buenos. Somos un equipo formado sin ningún tipo de presión por ascender, ya que nuestro objetivo era mantener la categoría, pero al ir ganando y al vernos ahí arriba nosotros mismos nos metemos la presión de alcanzar el objetivo del ascenso. Somos un grupo muy joven y con mucha hambre”.
Quedan 13 partidos para finalizar la liga y parece claro que las dos plazas de ascenso van a ser cosa de Barbadás, Pontevedra B y Atios: “Por lo que he visto durante toda la liga, somos los que somos y estamos los que estamos (risas), tal y como dice nuestro entrenador nosotros tenemos que sumar en todos los partidos y si no se puede de tres, hacerlo de uno. En casa hay que ganar todo lo posible”.
Copa del Rey
Además de la buena trayectoria liguera, esta campaña el Barbadás puede presumir de haber jugado la Copa del Rey ante un Primera. “Es mi primer año en categoría sénior y tener la suerte de haberte enfrentado a un equipo de Primera División como es el Valladolid en la Copa del Rey es un sueño cumplido”.
Parrilla se formó en la cantera del Pabellón, donde acabó su etapa juvenil en la División de Honor, aunque con el mal sabor de boca del descenso. Una situación totalmente opuesta a la que está viviendo este curso. “No es lo mismo ir a entrenar cuando estás abajo que cuando estás arriba. Al ir de líderes hay mucha más alegría y ahora soy capaz de hacer cosas que cuando te encuentras abajo no eres capaz de hacer”. Pese a que ya no juega en el Miguel Ángel-Os Remedios, no se olvida de su ex equipo y reconoce que “estoy muy pendiente de ellos y a veces los voy a ver. Mantienen muchos jugadores del año pasado y eso es muy importante para jugar en una categoría inferior, se nota que están a otro ritmo y por eso van arriba”.
