Al Campus Ourense le falta un partido para asegurar matemáticamente la permencia en la segunda categoría del rugby nacional, pero como dice su entrenador, David Monreal, “mejor ganarlo cuanto antes”. Y es que el equipo ourensano no lo está pasando bien en este momento de la segunda fase y a las derrotas le siguen “creciendo los enanos”.
Esta vez llegaba al campo de Monterrei el mejor equipo del Un partido para olvidar El Campus perdió con claridad ante el Hernani, acabó con varios jugadores lesionados y cabreado con el arbitraje grupo, el Hernani, y se enfrentó a un Campus con bajas antes de empezar y bajo mínimos durante el partido. Rucho y Mateo se cayeron de la convocatoria a última hora y se unieron a otra ausencia importante, la de Brais, que estaba avisada de antemano.
A peor fue la aventura ya con el oval en juego. Whakataka se rompió y desde el club universitario son pesimistas y creen que podría tener una lesión de rodilla. Además, Abreu sufrió un aparatoso corte en la nariz, menos grave que su compañero, pero que también lo dejó fuera de combate.
El Hernani, como se esperaba, tampoco dio ninguna facilidad. A los ocho minutos Kepa Mijangos abrió el marcador con un ensayo (0-5) y Elosegi aprovechó la transformación para estirar la renta (0- 7). Así se llegó al descanso.
En la segunda mitad, el Campus quiso dar un paso adelante e igualar el tanteo, pero ahí llegó el tercer “problema” de la tarde. Monreal terminó muy cabreado con el arbitraje: “Barrió claramente para ellos. Cada vez que estábamos cerca de conseguir algo nos sacaba del partido por cosas que solo veía él”. Y añadía: “No hay que quitarle ningún merito al Hernani, que es un gran equipo, pero no necesitaban ayudas. Ya le dije al árbitro al acabar que debería volver a ver el partido y revisar muchas cosas que ha pitado”.
Lukas y Perea abrieron brecha en el marcador con dos ensayos (0- 17) en el último tercio de partido Olea sumó los siete puntos con los que cerraba el marcador y sellaba la victoria visitante (0-24).
