Deporte local
Un Arosa muy rocoso
Todo llega, sólo es cuestión de tiempo. Después de la maldita pandemia que paralizó el país y finiquitó de golpe las competiciones deportivas, y tras la decisión de la Federación de que los cuatro primeros clasificados de Tercera jugaran un play off de ascenso, que le dará el premio de subir a Segunda B solo a un equipo, por fin llegó el día en que el CD Barco se prepara para saltar de categoría.
Atrás se quedan tres meses de confinamiento en los que la mayoría se hartaron de hacer ejercicios en pasillos, salones, balcones o incluso escaleras, salvo algún afortunado que tenía jardín. Después de mes y medio de entrenamientos, sin partidos amistosos, para llegar de la mejor manera posible a unas semifinales que se presentan más inciertas que nunca. Ninguno se atreve a aventurar cómo llegarán los jugadores y cómo les responderán las piernas y la cabeza. Ninguno vivió esta situación antes e incluso los propios jugadores reconocen que no saben como puede responder fisicamente su cuerpo.
Pero la ilusión puede con todo. Compostela y Barco la tienen a raudales. Serán los primeros en saltar al coqueto verde de Balaídos. Y con el ascenso como premio gordo. El favorito es el Compostela, y lo reconocen. En el Barco, el mero hecho de participar ya es un premio, pero quieren ponerle la guinda con el ascenso. La villa barquense está eufórica y los jugadores lo palpan por la calles que se han engalanado con banderas y bufandas rojillas. En el campo ya depende de ellos, puesto que ninguno va a contar con el apoyo de sus numerosos aficionados.
En el aspecto deportivo, el Compostela realizó la última sesión de entrenamiento en la mañana de ayer sin ninguna novedad. Todos convocados y todos listos y esperando una oportunidad. También el defensa Álvaro Casas que el último mes fue operado de una mano pero que estará en el partido sí o sí. Al igual que el centrocampista Roberto Baleato, que vio como la Federación autorizaba a jugar a los sancionados y está preparado. Algo que también afecta al técnico Iago Iglesias que se iba a perder los play off y ahora podrá sentarse en el banquillo y dirigir a los suyos.
En el Barco, también todos disponibles para que el técnico Manolo Pérez escoja el mejor once posible para hacer historia en el primer play off que va jugar el equipo rojillo. Incluido Iñigo Pisón que también estaba sancionado y que podrá jugar esta tarde.
Incógnita. Esa es la palabra más usada por todos los equipos, que o no quieren mojarse o realmente no saben lo que puede pasar. Aunque una cosa está clara. El empate le vale al Compostela para clasificarse para la final. Al Barco sólo le vale ganar. Lo saben y lo asumen.
