Aseguraba el técnico Óscar Vivián la noche que se conocía su llegada al banquillo del Sala Ourense que tenía por delante "un reto complicado" con el 0 de 5 que llevaba el equipo en la Segunda B de fútbol sala masculino. La primera intentona salió cruz, pero el domingo en el Pazo el equipo pareció haber alcanzado el punto de inflexión. No solo por ser la primera victoria del curso (3-2 al Leis Pontevedra), sino por el oponente, un rival directo, y sobre todo por la forma: antes de los 15 segundos de juego el equipo encajó el 0-1 y a 5 segundos del final y ya con 3-2 en el luminoso el meta Dani Pérez desvió un doble penalti que pudo brilarle dos puntos al conjunto ourensano.
Más datos positivos además de los puntos, el de los goles recibidos. En los seis anteriores promediaba más de cuatro por encuentro y esta vez se quedó en la mitad. La seguridad defensiva fue una de las bases en las que se asentó la brillante actuación del equipo la pasada temporada, aunque pasó de ser el equipo que menos encajaba al más goleado.
La situación clasificatoria del Sala Ourense continúa siendo muy delicada. Sigue de colista, con tres puntos en siete partidos, y los equipos que le preceden en la tabla tienen uno o dos partidos menos. En todo caso, el duelo ante el Leis debe haberse convertido en el punto de inflexión necesario.
