El Campus tiene motivos para estar satisfecho. Los ourensanos están demostrando que lo de la temporada pasada no fue flor de un día. Tras diez jornadas disputadas, suman ocho triunfos por dos derrotas, y están en la tercera posición en su grupo de la División de Honor B. Y con el segundo a tiro de piedra. Ahora tienen la vista puesta en el más difícil todavía. El sábado visitarán al líder, sin tiempo para celebrar la última victoria ante el Bera Bera en el "exilio" de Vigo.
"Teníamos el bonus faltando 12 minutos y nos relajamos un poco. Ellos nos pusieron en apuros y sufrimos en un partido que teníamos más o menos controlado. Pero bueno, estoy muy contento. Estamos con muchas bajas y jugando en una superficie de hierba natural, que es diferente a la nuestra. Con los jugadores estoy encantado. Su compromiso es impresionante. Es más que compromiso lo que tienen con el equipo. Hacen un gran esfuerzo en venir a entrenar desde A Coruña, Lalín o Santiago, pagarse la licencia, venir a los desplazamientos...", destaca el técnico David Monreal.
Y ahora, el Getxo. Diez partidos, diez victorias. Anota como el que más y encaja como el que menos. Una prueba de nivel para los ourensanos. "Mantienen el mismo bloque y se han reforzado con gente de gran nivel. Destacan dos hermanos neozelandeses, los Honey, con muchos ensayos en sus manos. Están muy bien en todas las líneas. En defensa encaja muy poco, anota mucho... Un líder en toda regla. No tenemos nada que perder e iremos a intentar dar la sorpresa", apunta Monreal.
El preparador del Campus no podrá contar con los lesionados Xoán, Miguel, Lucho y Jaime, ni tampoco con Rucho, por motivos laborales. Con todo, buscarán dar la campanada y hacer lo que nadie ha hecho: ganar al "coco".
Las obras del campo
Aunque se esperaba que las obras del césped del campo Universitario arrancaran ya, la obra sigue retrasándose. El objetivo de los ourensanos de despedir el año volviendo a casa se complica, ya que los trabajos aún no han comenzado. Unas labores que se prolongarán tres o cuatro días, no más. Pero el proceso burocrático sigue paralizado. Los festivos de diciembre y principios de enero no ayudan y desde el plantel ya se ponen en lo peor. Confían en que el 2020 traiga un regreso a casa, tan necesario como lógico.
