ENTREVISTA

Paula Ginzo: "No quería hacer un Sergio Ramos"

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photo_camera La ourensana Paula Ginzo levanta la copa ante la presencia de sus compañeras y técnicos.

La ourensana Paula Ginzo comandó (y levantó la copa) a la selección española que conquistó la medalla de oro continental en Hungría el pasado domingo

Su edad contrasta con su palmarés. Paula Ginzo es una ganadora precoz, con cuatro títulos europeos con la selección española con tan solo 20 años. Trabajo y más trabajo para enlazar medallas de oro. Nada es casualidad. La última tiene un sabor especial. Llegó en Hungría. Se sabía importante dentro de un grupo de talento. Lo demostró sobre el parquet. Antes, durante y después. Porque le tocó levantar la copa. Una imagen que nunca olvidará.

"¿Cómo se me va a quitar la sonrisa? Me va a durar hasta la próxima vez que gane algo. Estoy muy feliz. No me puedo quejar", bromea Ginzo mientras regresa a Ourense.

En el recuerdo, la final ante Serbia. Dominando desde l principio, España ganó 69-50. "Todo el mundo me dice, '¡qué fácil lo habéis hecho!' Y de fácil nada. Entrenamos 36 días como unas 'jabatas' para conseguir esto. El partido ante Francia sí es cierto que fue el más igualado, el más tenso pero no nos podíamos quedar en cuartos. Contra el resto, sí que el resultado fue más amplio, pero eran grandes equipos", analiza la ourensana.


Con galones


Ginzo fue más importante que nunca. El pasado año se colgó la misma medalla en el mismo torneo. Pero era la "pequeña" del grupo. Ahora tenía galones. "La generación del 97 y la del 98 son totalmente diferentes. Al final, este año tenía más responsabilidad, si se puede llamar así. Pero con el equipo que tenemos, el grupo de entrenadores... No os podéis imaginar el buen rollo que tenemos. Hemos ganado este Europeo por humildes. Ninguna actúa como una figura. Se pasa el balón por regalárselo a tu compañera. Es baloncesto de verdad", destaca.

"No os podéis imaginar el buen rollo que tenemos en este equipo. Hemos ganado por humildes", destaca la baloncestista ourensana

Por eso, una vez terminado el partido ante Serbia, los ojos se posaron en ella. Con el 10 a la espalda esperaba la llegada de la copa que las acreditaba como campeonas. Le tocaba levantarla. Flashes preparados. "En ese momento no sé ni en qué pensaba. Solo quería levantar esa copa. Estaban todas mis compañeras detrás y yo 'Paula, acuérdate por Dios. Izquierda, derecha, izquierda y arriba'. Fue una felicidad inmensa. Me temblaban las manos de solo tocarla. No quería hacer un Sergio Ramos y quería levantarla bien", recuerda Ginzo.

La exigente concentración y u torneo sin pausa dejan mella. Pero es tiempo para las tan ansiadas vacaciones. "Empiezan mis días libres, que ya tocaban. Primero vacaciones y luego ya empezar a ponerse a tono de cara a la próxima campaña. Tengo tiempo para relajarme sin perder la forma. Pero hay otros deportes. Amo el baloncesto pero también hay que despejar la mente haciendo otras actividades", avanza la jugadora ourensana.

Pasado brillante, presente ilusionante y un futuro con motivos para ser optimistas. Paula Ginzo se ha colgado otro oro europeo. Una sana costumbre de los últimos veranos. Premio al esfuerzo de un talento precoz (al que no se le cayó la copa).


Su futuro


Paula Ginzo dará un paso adelante en su día a día competitivo. Deja el Estudiantes madrileño y jugará en el Cáceres, también de la máxima categoría española. "Es un salto a un equipo para competir de verdad. Tengo mucha ilusión por aprender baloncesto. Que al final, Europeos al margen, tan solo tengo 20 años, soy una 'pipiola' y me queda mucho por aprender. Comenzaremos la pretemporada sobre el 10 de septiembre y estoy muy ilusionada con este proyecto en Cáceres", destaca la jugadora ourensana.

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