Raquel Guede/ Tenista ganadora del reciente torneo Universitario

Remando a contracorriente

La tenista Raquel Guede.
La ourensana ha vuelto a saborear el triunfo meses después de un amago de abandono E ntre los días 29 de mayo y 7 de junio las pistas del Campus y el Parque Tecnológico acogieron la séptima edición del Trofeo Universitario de tenis de Ourense, evento en el que participaron un centenar de deportistas gallegos con licencia federativa. Allí estuvo Raquel Guede, que participó en el cuadro absoluto femenino, y en el que logró la victoria al imponerse en la final a Diana Martínez por 4-6, 6-2 y 6-4.
Esta victoria tiene un valor especial, pues es su primer triunfo en un torneo individual (antes había conseguido la Liga interclubes, con el Universidade de Vigo) después de su amago de abandonar la práctica competitiva del tenis: ‘Es un deporte muy sacrificado si quieres estar a un buen nivel, en todos los sentidos, tanto en el físico, como en el mental, como en el personal, como en el económico, y la verdad es que me planteé dejarlo porque las alegrías, aunque llegaban de vez en cuando, no compensaban todo el esfuerzo’, reconoce la joven tenista ourensana.

Uno de los artífices de que haya regresado al máximo nivel competitivo autonómico ha sido Pepín Méndez, su actual entrenador: ‘Él es el que me motiva, y la verdad es que he recuperado la ilusión y me encuentro con más fuerzas que nunca’, añade. La carrera de Raquel Guede es una prueba contrarreloj, siempre remando a contracorriente.

Cuando Raquel Guede comenzó a practicar el tenis, con sólo ocho años de edad, Steffi Graf, una de las tenistas más grandes de la historia estaba dando sus últimos raquetazos. La alemana fue uno de sus espejos, aunque su tenista favorita es la belga Justine Henin, quien colvulsionó el mundo del deporte cuando hace apenas un año anunció su retirada siendo número uno mundial, con siete títulos de Grand Slam y 41 títulos WTA.

¿Cuándo fue la primera vez que cogió una raqueta en sus manos? Tenía sólo ocho años. Mi padre vio un anuncio de una escuela de tenis y me animó a apuntarme. Allí me lo pasaba bien, disfrutaba, y decidí continuar. Apenas dos años después ya competía a niven autonómico y pronto comenzaron a llegar algunos éxitos.

No es fácil, sobre todo siendo tan joven. Fiché por el Círculo Cultural Sanxenxo y aunque un día a la semana el entrenador venía a Ourense desplazarse hasta allí suponía un gran esfuerzo.

¿Cuáles han sido su mejor y su peor momento en el tenis?


En los mejores me quedo con dos, mis títulos de campeona gallega, y uno más reciente, seguir compitiendo, la verdad es que hubo un momento en el que estuve a punto de dejarlo todo, pero me han animado a seguir y la verdad es que ahora lo agradezco mucho, estoy con más ganas que nunca. Esto ha sido lo peor, llegar al extremo de dudar.

¿Cuál ha sido el motivo por el que ha querido abandonar?


Desgraciadamente en Galicia hay muy pocas chicas que practiquen tenis de competición. Yo estoy estudiando Magisterio por Educación Física y no me puedo permitir salir de aquí para entrenar con gente de otros lugares en los que el tenis femenino está mucho más asentado. En Galicia no hay más de 15 o 20 chicas que nos dedicamos al tenis de competición, cuando en Cataluña, por ejemplo, hay 10 veces más.

¿Es muy sacrificado este deporte?


Muchísimo, en todos los sentidos. Al ser un deporte individual tú entrenas, tú sufragas los gastos... Y además, si le añades que aquí casi no hay torneos en categoría absoluta... Parece que sólo se preocupan de la base, después si quieres jugar a cierto nivel tienes que ir a torneos internacionales, y eso sale muy caro.

¿Cómo se plantea su futuro deportivo?


Me encuentro en un buen momento y estoy preparando el campeonato gallego absoluto, que será a finales de verano, y en el que espero hacer un buen papel, y por qué no, optar a ganarlo. Para ello intentaré participar en los torneos WTA de Vigo y A Coruña.

¿Cómo definiría su tenis?

Creo que mi mejor golpe en este momento es la bolea. Siempre me había sentido muy bien con el revés, y todavía lo domino, pero la bolea la he mejorado mucho. A pesar de que hay niñas de 12 años que vienen pisando muy fuerte en Galicia creo que todavía queda mucho tenis en mis golpes.

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