Candela Soria, un referente en el sobresaliente inicio de curso del equipo ourensano, es también ambiciosa porque "queremos jugar la Copa"
Se rompió el cruzado de la rodilla derecha el 22 de abril de 2017 en un derbi ante su actual equipo (entonces jugaba en el Burgas) y 13 meses después, el 26 de mayo pasado, regresó a la Primera División en otro duelo de rivalidad, pero ya como jugadora del Envialia y marcando ante su ex. Se trata de Candela Soria, la personificación del esfuerzo, que además de trabajo y calidad aporta gol a la escuadra de Morenín: dos el sábado en la victoria ante el Zaragoza.
Empezó a cursar INEF en A Coruña y todas las semanas "baja" tres veces a Ourense para entrenar y jugar en un equipo en el que a pesar de su juventud está siendo una de las referentes: "Intento aprovechar el tiempo en el tren, se acercan los exámenes", reconoce la jugadora. Seis meses después de pasar por el quirófano ya estaba jugando, todo a base de "mucho esfuerzo. Al lesionarme me agobié, porque ves muy lejos eso de volver a jugar, pero el apoyo de la familia, las amistades y el equipo fue total. Tenía muchas ganas de volver y apuré la rehabilitación todo lo que pude nadando mucho y haciendo el máximo ejercicio posible. Volví con el filial, para encontrar sensaciones, empezar en Primera parecía algo brusco, pero ahora todo perfecto, estoy muy contenta".
Hablando en presente, Candela está "un poco sorprendida" por la trayectoria del equipo, aunque también tenía claro que "a pesar de la juventud hay buena plantilla y ya al comenzar sabíamos que podíamos hacer bien las cosas. ¿Cuartas? Tampoco nos vamos a engañar, ese puesto es sensacional, pero llegadas hasta aquí vamos a seguir partido a partido con la idea de quedar lo más arriba posible. Nos hemos dado cuenta de que podemos hacer una temporada muy bonita, y en ello estamos", añade.
Sacrificio, gol y también ambición en esta joven de 20 años ya con experiencia en la máxima categoría. "No hablemos de ser terceras, cuartas o quintas, pero sí de intentar seguir haciendo las cosas bien y la Copa de España queremos volver a jugarla". Palabra de Candela Soria, para quien el deporte "después de la salud es lo más importante en mi vida, lo que más me gusta, y por eso lo compaginaré con la competición cuanto pueda".
La enfermería se llena
El partido del sábado pasado ante el Sala Zaragoza dejó tres puntos pero también consecuencias físicas. El técnico Morenín se quejó de la dureza con la que se empleó el conjunto aragonés en un partido en el que "llevamos mucho". La enfermería se fue llenando poco a poco. Una de las que se unen a la lista es Idoya, que sufrió un golpe contra una barra lateral después de la entrada de una rival que le provocó una inflamación en la espalda. Anteayer tuvo entrenamiento con la selección gallega y sus molestias le impiden trabajar con normalidad.
Bea Seijas fue otra de las que no pudieron entrenarse ayer. La otra jugadora con problemas físicos es Mayte. Tiene líquido en la rodilla en la que ya fuera operada del cruzado y sigue con muchas precauciones. Salvo que se tuerzan las cosas, las tres deberían jugar el sábado en Móstoles.
La mejor noticia en cuanto a jugadoras del duelo ante el Zaragoza fue la participación de la joven Vera. La jugadora del filial tuvo la confianza de Morenín para jugar los minutos decisivos en la quinta victoria del curso, tercera consecutiva.
