El Arenteiro entrenará hoy pensando en el partido del domingo en Langreo y la próxima semana estará otra vez a las diez de la mañana en el campo de Cea para ajustar piezas antes de recibir al Zamora. Es la rutina semanal de un equipo que solo se parece a su rival de la Copa del Rey precisamente en eso, en todo lo que pasa en el césped, por ejemplo en las horas de entrenamiento.
Cinco días por semana y dos horas cada día es el plan de trabajo rutinario de un Arenteiro que trata de olvidarse de la Copa para seguir defendiendo el liderato de la liga, pero al que nadie le podrá impedir soñar con un noche mágica. Solo con esa ayuda extra podría entenderse que Goliat pueda caer en Espiñedo.
Las cifras son abrumadoras. Empezando precisamente por el escenario de esta historia. Espiñedo tiene un aforo de 1.000 espectadores y, dándole varias veces a la calculadora, podría llegar a doblar la capacidad con aficionados que sigan el partido de pie. Además, para este partido el club instalará una grada supletoria que permitirá meter a 800 aficionados más. Apretando mucho, 2.800 personas. El campo de entrenamiento del Atlético de Madrid es más grande.
El Atlético de Madrid visitará Espiñedo el día 22, faltan dos semanas para el partido más importantes en la historia del club verde, para uno de los momentos más pomposos en la historia de una villa con casi 14.000 habitantes. Todo Carballiño entraría en el Fondo Norte del Metropolitano.
Cifras exageradas en las gradas y, por supuesto, también en los despachos. En el club que presidente Argimiro Marnotes trabajan 3 directivos fijos y 5 colaboradores. Las cifras del Atlético de Madrid dicen que cada mes tiene en nómina a 150 empleados de personal deportivo y a 381 en el administrativo. El presupuesto del Atlético de Madrid es esta temporada de 376 millones de euros y el Arenteiro está cerca a los 900.000 euros.
Adelantaba el lunes La Región que el Atlético de Madrid hará un viaje relámpago a Ourense. Ni dormirá en la provincia y solo hará parada en Laias para comer y descansar ante de ir a jugar el partido. Son las comodidades de cómo viaja un club de élite.
Esta mañana el Arenteiro saldrá a entrenar con sus jugadores llegando en coche desde cinco puntos distintos. Ocho de ellos viven en Carballiño y tienen más cerca el campo de Cea y otros seis van diariamente desde Ourense, pero hay otros siete que vienen desde más lejos. Adrián Cruz sale desde Moaña y recoge en Vigo a cuatro compañeros más y desde Pontevedra vienen Pol Bueso y Manuel Romay, pero el día 22 el balón será el mismo para todos.
