Fútbol base

El Silleda reclama pruebas sobre la agresión a un árbitro en Arrabaldo

"Fue humillante y son calumnias porque tanto el árbitro como la policía no pudieron localizar al agresor", explicaba la presidenta de la Escuela de Fútbol de Silleda, Pachi Vázquez

A raíz de la agresión sufrida por el árbitro Guillermo Fernández Limoes durante el torneo cadete organizado por el Arrabaldo, en la que se señalaba a un padre de la Escuela de Fútbol de Silleda, su presidenta, Pachi Vázquez, comentaba que lo expresado por la organización "fue humillante y son calumnias porque tanto el árbitro como la policía no pudieron localizar al agresor. Sería la primera avergonzada si se hubiera demostrado que era verdad y en pedir disculpas públicamente a la organización y a los otros equipos participantes".

Esta escuela deportiva lleva ocho años "yendo a Arrabaldo y nunca tuvimos un problema. El fallo grave tras la agresión es no haberme tenido al tanto del problema que se estaba cociendo en la grada y del que no fui consciente como delegada de mi equipo durante el torneo, y como presidenta".

La propia Vázquez entiende que "si pasa algo así lo primero que debe hacer la organización es llamarme para que ayude, que es mi obligación, a identificar al agresor y estaría dispuesta al 100% a hacerlo. Pero a nosotros no se nos comunica nada hasta las siete de la tarde. Cuando íbamos a jugar la semifinal ante el Barbadás, nos dicen que estábamos expulsados del torneo porque según el Arrabaldo parece que a uno de los árbitros, cuando acabó su trabajo, fue agredido por una persona que era el padre de un jugador nuestro. No justifico una agresión, pero lo que si no pueden demostrar que fuera un aficionado del Silleda y, desde luego, de haber sido así nuestro club hubiese tomado las medidas oportunas".

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