FÚTBOL SALA

Sin gol no hay paraíso

María Arias regatea a una rival y trata de marcharse hacia la portería del Leganés.
photo_camera María Arias regatea a una rival y trata de marcharse hacia la portería del Leganés (MARTIÑO PINAL).
El Cidade fue mejor que el Leganés, rival directo por la permanencia, pero solo logró un punto que no allana el camino

Una nueva oportunidad perdida. El Cidade de As Burgas ha vuelto a ser mejor que un rival directo, esta vez el Leganés, pero solo logró un punto que no le allana el camino de la permanencia: 1-1 al final. En la primera parte, el conjunto de Manolo Codeso presionó, dominó, creó en ataque pero no marcó. Sí lo hizo, pero no lo suficiente para allanar un partido de los que valen más de tres puntos. Méritos hizo, pero una vez más ha vuelto a pagar la falta de acierto.

Clara, otra vez Clara, y ya lleva 10, ha roto un registro de dos partidos sin marcar con el 1-0 en el minuto 12, pero Saki, en el 32, aprovechó una acción de estrategia para hacer el empate final.

Reclamaba Codeso un equipo agresivo y decidido, y el blanquiverde lo fue. Supo presionar a un rival que se sintió ahogado y que apenas creó, y por fin se animó a tirar desde fuera. María Arias las tuvo de todos los colores. También Amelia, Clara y Nespereira. Y después del gol, también se animaron Sonia y Canolich. Pero un gol, escaso bagaje para demasiado esfuerzo.

El Leganés cobró vida. Avisó con un remate al larguero y logró la igualada a ocho para el final.

Empezaba un partido nuevo y el conjunto madrileño, que había cogido la inercia emocional positiva, se sintió más cómodo y tuvo más presencia en ataque. A 3:28 del final incluso buscó el partido con juego de cinco, pero a 2:08 sufrieron la expulsión de Patri Montilla. En superioridad numérica se vio a un Cidade cansado que apenas pudo generar peligro.


Adiós a la opción


La opción se esfumaba para el equipo de Codeso, que termina la primera vuelta con cinco puntos, a siete de su rival de este sábado, pero ya a nueve de Majadahonda, quinto por la cola y frontera con la permanencia. Al Cidade le queda mucho por trabajar, por soñar y por sufrir.

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