"Sabíamos que el Cisne no era un rival con el que luchar de tú a tú pero nos hubiera gustado competir un poco más". Son las palabras de Félix Mojón, técnico del Balonmano Ribeiro, después de caer en O Consello ante el Cisne de División de Plata 16-36 en los cuartos de final de la Copa Galicia.
El equipo ribadaviense se vio lejos de su rival desde el comienzo y al descanso ya caía por 10 goles (6-16), ventaja que se agrandó hasta los 20 al final (16-36).
"Las cosas se torcieron ya ayer (por el viernes), al fallecer el abuelo de Juan y Celso Sotelo, y son dos jugadores de peso en el equipo que ya perdimos. La verdad es que salimos muy poco enchufados al partido y aún encima en la primera parte se nos lesionaron los laterales Tiago y Iago", apuntaba el entrenador.
"Así, con cuatro jugadores menos, nos tocó ir siempre a remolque y la verdad es que nos dieron un repaso. Lo que es de valorar fue el enorme esfuerzo de mis jugadores ante un rival de superior categoría. En tanta inferioridad llega un momento en el que el cansancio y la fatiga son definitivos", sentenció Mojón.
Esta semana, aún sin fecha, toca visitar Pontevedra ante el Teucro.
