Suspiro unánime en el Paco Paz y gracias al Cáceres

¡Viven! El COB aguanta. Llevabámos toda la segunda vuelta con las cuentas de la lechera, obviando que nada sirve si el equipo de Rafa Sanz no gana. Ayer lo hizo, por fin. La vida es igual de perra en esta LEB Oro pero -como cantaba el gran Camarón- seguimos enamorados de ella, aunque a veces duela.
Hizo falta la visita de un buen amigo, el Cáceres. El equipo de Gustavo Aranzana desplegó un estilo entre descabellado y suicida, entre lo delirante y disparatado. De lo peor visto por estas tierras. Igual que la temporada pasada, Aranzana salió del vestuario como si hubiese cometido un magnicidio. Gracias, en todo caso. Enhorabuena también a un COB que comprendió en la segunda parte el camino hacia la victoria: defensa, unidad, equilibrio y aprovechar los errores, numerosos, del rival. No nos engañemos, la situación sigue siendo crítica. Un cariñito a Starosta, blanco de muchos silbidos al comienzo. Creo que puede y debe hacerlo incluso mejor.

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